[Reseña] The Acolyte, una era de oro que no escapa de la oscuridad

Cien años antes de los eventos del Episodio 1: La Amenaza Fantasma, la Orden Jedi se enfrenta a un misterio sin precedentes: alguien está asesinando a sus Maestros, y no tienen pista alguna sobre quién es ni cuáles son sus motivaciones. Esta es la premisa central de The Acolyte, nueva serie original de Disney+ para la saga Star Wars y de la cual ya pudimos ver los primeros 4 episodios de la temporada.

Ubicada temporalmente en el periodo conocido como Alta República, era donde reina la paz galáctica, The Acolyte trae nuevamente a la palestra una pregunta que ha rondado a la saga (y el fandom) por años, pero que el canon no había tocado de manera formal hasta hace poco tiempo: ¿Qué pasa si, en realidad, los Jedi no son los buenos de la historia? 

Como se trata de Star Wars, en el primer capítulo hay una pelea en una cantina. La Maestra Indara (Carrie-Ann Moss) lucha con Mae (Amandla Stenberg), una aprendiz del lado oscuro que debe probar su valor frente a su Maestro llevando a cabo una peligrosísima misión: asesinar a cuatro maestros Jedi. En esta encrucijada el Maestro Sol (Lee Jung-jae) estará encargado de investigar y descubrir quién está detrás de este plan, y cuáles son sus motivaciones para desequilibrar la fuerza.

The Acolyte es, a grandes rasgos, una serie de detectives llevada al universo de La Guerra de las Galaxias. En algunos momentos las revelaciones son un poco -bastante- obvias, pero la tensión para construir el ambiente está ahí. Hay suspicacia, hay desconfianza. Pero, por sobre todo, hay ganas de descubrir la verdad, aunque las revelaciones del camino no sean las que esperamos.

Desde que la saga estrenó en 1997, ha jugado con el binomio del bien versus el mal bajo la analogía de los lados oscuro y luminoso de la Fuerza, presentación que se ha ido diluyendo con los años hasta llegar a un punto más bien "gris", donde la connotación de lo que es bueno y malo siempre va a depender del lente de quien esté mirando. Esa es más o menos la propuesta de la showrunner Leslye Headland (Russian Doll): No se trata del bien o el mal. Se trata de poder, y de quien puede usarlo.

El Templo Jedi de Coruscant aparece en gloria y majestad antes de la Guerra de los Clones y el ropaje casi ceremonial de sus habitantes, con mucho blanco y dorado, recuerdan a los inicios más bien espirituales de la Orden que aquella faceta de defensores de la paz con la que serán conocidos en la era Skywalker, indumentaria que contrasta brutalmente con la acción que sucederá en los planetas del Borde Exterior de la Galaxia. El diseño de vestuario de la serie, muchas veces, entrega sutiles claves sobre las situaciones en las que se verán envueltos los personajes. Hay que prestar mucha atención a los detalles.

Los dos primeros capítulos (que estrenan al mismo tiempo) son, sin duda alguna, para familiarizarnos con los personajes principales de esta aventura. Ya a partir del tercero comienza a desenredarse la maraña gracias a que, al fin, se tocan los puntos principales del problema que nos ha reunido en la pantalla.

Al ser una época de Star Wars completamente nueva y nunca antes representada de manera audiovisual -ya que oficialmente solo hay literatura respecto a esta era- la serie tiene mucho espacio para crear nuevos mundos y puntos de vista.

En cuanto a los aspectos técnicos, queda un poco al debe en relación a sus predecesoras, especialmente en el apartado de construcción de naves y paisajes digitales, pero las escenografías reales están hechas con tanto detalle que ayudan a olvidar un poco el desliz técnico gracias a la atmósfera construida por la música de Michael Abels, quien con gran expertise hace propios algunos acordes clásicos de John Williams.

The Acolyte cuenta en su elenco con Amandla Stenberg, Lee Jung-jae, Carrie-Ann Moss, Charlie Barnett, Dafne Keen, Rebecca Henderson, Manny Jacinto y Joonas Suotamo. Fue creada y dirigida por Leslye Headland en conjunto a Alex Garcia Lopez. 

Los dos primeros capítulos de The Acolyte estrenan el 4 de junio en Disney+ a las 21 horas en Chile, y el resto saldrá de manera semanal los días martes a la misma hora.