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RetroGeek: La magia de Virtua Tennis

Revisamos este icónico título noventero.

Sabido es que la Dreamcast no tuvo un gran éxito en nuestro país debido principalmente a la primera PlayStation, aquella que revolucionó el mercado de los videojuegos caseros (sobre todo en Chile) gracias al famoso desbloqueo y los juegos piratas comprados en la feria de la casa.

Lo bueno que tenía aquella consola es que sus juegos generalmente venían directo de los salones arcades, por lo que en Chile pudimos disfrutar gran parte de su catálogo en los también conocidos como “videos”, aquellos locales que sumaban unas cuántas máquinas y funcionaban con fichas, no con monedas como ahora.

Uno de los más destacados de aquella etapa es Virtua Tennis, un título de una gráfica que simplemente impactaba y con una jugabilidad que ya quisieran tener simuladores más actuales. Claro, hay que pensar que hablamos de un título arcade, por lo que no podemos pedir entrenamientos ni fortalecimientos de golpe ni nada de esa challa.

La cosa era bien simple, meter la ficha, darle al start y a jugar eso sí eligiendo antes uno de los jugadores disponibles de una lista plagada de estrellas contando Jim Courier, Cedric Pioline, Tim Henman, Tommy Haas, Mark Philippoussis, Carlos Moya, Thomas Johansson y Yevgeny Kafelnikov. Puras figuras.

El objetivo de juego es llegar a la final tras cuatro duelos que iban subiendo en complejidad y que nos llevaba por todas las superficies: tierra batida (con marcador en francés para emular Roland Garros), pasto (título en inglés para hacer el símil de Wimbledon) y dos carpetas tanto in door como out door.

No era un título tan fácil como podría pensarse, puesto que cada contrincante cuenta con su propio estilo de juego y nos debíamos dar cuenta en espacio de solo dos juegos que eran los que da derecho una ficha. Por ejemplo, Tim Henmman acostumbra a jugar en la red (al menos en Virtua Tennis) por lo que había que intentar moverlo hacia una orilla para luego jugársela con un globo.

Este golpe se efectúa con uno de los tres botones de juego, por lo que con la palanca solo debíamos elegir al lado que iría, más no la potencia. Los otros botones son uno de golpe seco o winner y otro tipo slice que nos permitía hacer esa mágica cortita cerca de la red. La intensidad no puede manejarse, pero sí el que fuera un tiro corto o largo lo que se hace moviendo la palanca hacia atrás (corto) o adelante (largo).

Si me preguntan a mí, creo que Kafelnikov es el más parejo de todos y una carta segura para llegar a la final, camino que parte con los dos primeros partidos bastante pasables y ya en el tercero (difícil si toca Henmman en pasto) se comienza a poner difícil la cosa. Nunca inganable, pero seguro que obligándonos a no desconcentrarnos ni un segundo.

Aún es posible jugarlo en los pocos salones arcades que quedan en el país, aunque sabemos que es más fácil encontrarlo por ahí vía emulador, pero ya saben, tienen que contar con su copia original y usar esa rom solo como respaldo. Obvio.