[Reseña] Spaceman: La nostalgia es la ociosidad del recuerdo
Un solitario viaje espacial a ninguna parte, pero eso no es malo.
Es un hecho: el Adam Sandler de drama es, por lejos, el mejor Adam Sandler, y en Spaceman (El Astronauta, en Latinoamérica) no se queda atrás, aunque está lejos de ser una de sus mejores actuaciones dramáticas.
Spaceman, basada en la novela checa "Spaceman of Bohemia" (Jaroslav Kalfař, 2017), trata sobre Jakub Procházka (Sandler), un astronauta checo que lleva casi 200 días a bordo de una nave espacial con la solitaria misión de llegar a la nube Chopra, un curioso fenómeno gaseoso de color violeta cercano a Júpiter, para tomar muestras de, lo que se cree, pueden ser partículas del principio del universo.
Para sobrevivir, Jakub debe hacerse cargo de la nave que lo mantiene en el espacio y, al mismo tiempo, tratar de mantener relaciones humanas sanas y estables con la Estación Europea Espacial –dirigida por la Comisionada Tuma, una implacable Isabella Rossellini-; Peter, el enlace directo preocupado del astronauta 24/7 -un irreconocible Kunal Nayyar sin acento distinguible, cosa le hace muy bien a su carrera fuera del estereotipo-; y su esposa Lenka (Carey Mulligan), lo que se transforma en una misión casi tan imposible como la de estar en el espacio.
No es fácil hacer esto cuando lo que más tienes es tiempo para pensar.
Lenka está embarazada, por lo menos de siete meses. No soporta seguir viviendo en la incertidumbre (y a la sombra) del viaje espacial de Jakub, quiere dejarlo todo y, en contraste, Jakub solo quiere volver a la Tierra para estar con ella.
Este ciclo de emociones se repite constante y claustrofóbicamente (como estar seis meses en una nave) a lo largo de la película.
En cada recodo de las estrellas, la soledad acecha a Jakub y, en la desesperación de sentir algo que no sea eso, cualquier cosa, aparece una criatura alienígena llamada Hanuš (con voz de Paul Dano) que, más que asustarle, se transforma en su amiga y, a la vez, en su criatura de soporte emocional y guía para poder completar la misión.
Juntos, navegan el espacio y los recuerdos del astronauta en un constante ciclo de nostalgia de esos tiempos en donde todo fue mejor, pero no hacer nada al respecto para transformar el presente en eso que tanto anhelamos.
La nostalgia es la ociosidad del recuerdo y, si se le da espacio, es capaz de quedarse ahí para siempre reviviendo situaciones.
Jakub es un romántico del siglo XIX que nació a destiempo. Romantiza su vida a tal punto de que se pone en peligro para descubrir que, si toma las riendas de sus emociones, de la misión, puede romper el ciclo de la soledad autoinfligida y tener la estabilidad emocional que siempre ha anhelado, empezando en el preciso momento en que logra llegar a Chopra.
No era necesario dejar el planeta para darse cuenta, pero qué bueno que sucedió.
La cinta tiene una estética y fotografía que hacen recordar a la época más álgida de la guerra fría y no por nada el director es Johan Renck, reconocido por dirigir Chernobyl para HBO (actualmente Max).
Todo se siente anacrónico, pero moderno, agregando una capa extra de nostalgia.
El reparto está conformado por Adam Sandler, Paul Dano, Carey Mulligan, Wilmer Valderrama, John Flanders, Petr Papánek, Kunal Nayyar, Sinead Phelps e Isabella Rossellini.
Spaceman debería haber estrenado en 2023, pero, con los retrasos por las huelgas de guionistas y actores, el estreno fue aplazado y ya está disponible exclusivamente en Netflix.