Estos malos hábitos pueden estar dañando tu laptop

Nada dura para siempre y menos una laptop, pero si se cuida de la manera adecuada puede, incluso, sobrepasar el tiempo de vida estimado por su fabricante. Eso sí, desde hace unos años que mantener y/o reparar pequeños problemas en nuestras computadoras (y dispositivos electrónicos en general) de manera autodidacta se ha vuelto cada vez más complejo.

A pesar de que alrededor del mundo ya existen algunas regulaciones sobre el derecho a reparación (como lo que están tratando de hacer la Unión Europea y Francia), las empresas no están haciendo el proceso fácil, por lo que a continuación te dejamos algunas recomendaciones básicas para que disfrutes de tu computadora por el mayor tiempo posible sin tener que recurrir al servicio técnico ni al recambio de piezas.

♦ Nunca subestimes la temperatura

El sobrecalentamiento es el enemigo mortal de cualquier dispositivo electrónico, especialmente de laptops y smartphones, ya que trae problemas para el procesador, placa madre y la batería que pueden ser irreparables.

La portabilidad que ofrecen los notebooks nos lleva a ciertos malos hábitos como dejarlos en ambientes calurosos sin ventilación -por ejemplo, un auto o cerca de una ventana con sol directo- o utilizarlas sobre superficies que no permiten el flujo de aire como nuestras piernas (lo que, incluso, es peligroso para el usuario) o la cama.

Para evitar que esto se transforme en un problema, lo ideal es utilizar la computadora en una superficie plana que le permita asentarse en sus pequeños topes de silicona y así el aire pueda circular, pero, si utilizas la laptop para trabajar o jugar, quizás necesitas un alzador con ventiladores externos.

Llevar tu computadora al menos una vez al año al servicio técnico para una mantención térmica simple (o, si te atreves, aprender a hacerla tú) y mantenerla limpia también son cosas que ayudarán a evitar que el ventilador colapse y los componentes se sobrecalienten.

♦ Descuidar la limpieza

Todo acumula polvo, es algo inevitable, y los portátiles no son la excepción. La suciedad, desgraciadamente, impide el buen funcionamiento del ventilador y aunque limpiarlo regularmente (como establecimos anteriormente) es algo que ayuda tremendamente, también hay cosas que puedes hacer para evitar que esto suceda.

Por ejemplo, si eres una persona que fuma, el humo y las cenizas pueden arruinar tu laptop. Puede sonar lógico, pero también evita comer y beber mientras utilizas la computadora, ya que migas pueden caer en el teclado y, en un descuido, un líquido derramado puede ser la muerte segura de tu PC. Si tienes ganas de hacer cualquier de estas cosas, es un buen momento para una pausa en tus labores con la computadora.

Para limpiar tu portátil no necesitas más que un pincel de cerdas suaves para el teclado (idealmente bicelado) y un paño de microfibra para el resto del equipo. Evita a toda costa utilizar limpiavidrios en el monitor, hay líquidos especiales para eso que NO DEBEN SER rociados directamente en la pantalla, sino en el paño que la limpiará. Venden kits completos con los elementos necesarios para la limpieza, pero si no quieres comprar uno, las mencionadas recomendaciones sirven.

♦ Manipular tu laptop descuidadamente

El hecho de que las laptops sean portátiles es un gran factor de riesgo. Moverlas constantemente de un lugar a otro puede provocarles un gran daño, ya que no siempre tenemos cuidado al trasladarlas. Eso puede provocar daños como, por ejemplo, que el disco duro deje de funcionar, que los puertos colapsen por suciedad o pantallas que se quiebran o fallan porque las bisagras colapsan.

Una computadora portátil debe ser tratada con cuidado y necesita un estuche especial que la proteja al ser llevada en un bolso más grande. Esto no solo será útil en caso de golpes accidentales, sino que también evitará que ingrese suciedad a los puertos y al teclado. Además, mantiene tu disco duro y pantalla seguras. Y a propósito de pantallas, asegúrate de no abrirla completamente: las bisagras del monitor (el concepto de monitor en su totalidad, la verdad) son frágiles y reemplazarlas no es ni tan fácil ni tan barato como podrías creer.