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El director de Joker 2 ahora dice que su Arthur Fleck no es el Joker

El que explica, se complica.

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Un mal día es todo lo que se necesitaba para que Arthur Fleck diera el salto a la locura y se transformara en el Joker, quedando absolutamente demostrado en el desenlace de la primera película protagonizada por Joaquin Phoenix. Con varias encarnaciones, el personaje siempre ha sido el Joker en cada una de ellas, porque, al igual que su contraparte de los cómics, prefiere tener origen de elección múltiple.

Por ello, resulta extraña la reciente declaración del director Todd Phillips respecto a su versión del Joker presentada en Joker: Folie à Deux (Guasón: Folie à Deux), asegurando que Arthur nunca fue el Joker, sino que simplemente era Arthur y que la gente de Gotham terminó transformándolo en "un símbolo involuntario".

Sin entrar en detalles respecto a los sucesos de la secuela para no caer en spoilers, Phillips aseguró en conversación con Entertainment Weekly que, tras ser testigo de un trágico evento en Arkham, el personaje de Phoenix "se da cuenta de que maquillarse, ponerse esta ropa, no cambia nada".

"En cierto modo, ha aceptado el hecho de que siempre ha sido Arthur Fleck; nunca ha sido lo que se le ha atribuido, la idea que la gente de Gotham tiene de él, lo que él representa. Es un símbolo involuntario. Le impusieron esto y ya no quiere vivir como un impostor, quiere ser quien es", sostuvo el cineasta y coguionista de la criticada secuela, que ha sido un fracaso de crítica y de audiencia.

Y remató: "Lo triste es que es Arthur, y a nadie le importa Arthur".

El que explica, se complica. Después de todo, Arthur Fleck cumple todos los requisitos para ser un Joker como todas las encarnaciones cinematográficas, pero Phillips ha sido muy vocal en sus intenciones de distanciar su película del Universo DC, aunque esté inspirada en los personajes de las viñetas.

Ante el rechazo de la crítica y la audiencia a la secuela, desde Variety revelaron que el cineasta "no quería tener nada que ver con DC" durante el rodaje de la película, por lo que no hubo ninguna intervención de James Gunn y Peter Safran, que encabezan DC Studios. Por ello es que el logo de aquella división no aparece en la secuela, porque "no es una película de DC Studios". Solo aparece el logo de las producciones de DC en Warner Bros. que se usaba previo a DC Studios.

De hecho, se encuentra bajo el sello Elseworlds (Otros Mundos) al ser una historia que transcurre fuera de la continuidad principal del Universo DC (DCU).

Sumen a ello el "extraordinario" nivel de autonomía de Phillips en el desarrollo y montaje final, además de negarse a realizar las esenciales exhibiciones de prueba, algo que el estudio defendió para evitar spoilers. Pero hasta Marvel Studios hace estas funciones previas.

"La verdad es que los creadores de Joker 2 tomaron un rumbo que la mayoría de la audiencia no deseaba. En última instancia, se tomaron decisiones, y por desgracia, no se alinearon con el gusto de los espectadores", señaló Jeff Bock, analista de taquilla de Exhibitor Relations, dando cuenta de un importante golpe a la marca DC.

La secuela de Joker ha sido un fracaso de crítica y de taquilla, un enorme desastre para el estudio que apostaba a la segura: solo logró recaudar 37,8 millones en su primer fin de semana en EE.UU., mucho menos de los 96 millones que consiguió la primera película en su debut en 2019. Peor aún, fue menos de lo que recaudó el desastre de Morbius de Sony (39 millones) en su primer fin de semana. A nivel global las cosas no fueron mejores. La recaudación mundial fue de 118,8 millones de dólares en el primer fin de semana, muy lejos de los 247 millones de su primera parte en su debut.

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