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[Reseña] Terrifier 3: Grotesco festín que no perdona a nadie

Pueden amarlo u odiarlo, pero Art el Payaso llegó para quedarse.

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No es que la saga de Terrifier aporte algo nuevo a la longeva tradición del slasher, sino que su mayor valor es que, justamente, no perdona a nadie al momento de dar rienda suelta a la sangrienta matanza. Nadie se salva, ni niños ni ancianos, ni siquiera el propio espectador. No busca caer bien a nadie y, para su sorpresa, terminó conquistando a muchos con su descarada perversidad.

Terrifier 3, la tercera película de la franquicia concebida por Damien Leone, abraza todo aquello y lo lleva a demenciales horizontes con un baño de sangre que busca poner a prueba no solo a sus sufridos protagonistas, sino que también a sí misma al proponerse entregar un grotesco festín aún mayor. Y lo consigue, a costa de su propia narración.

Esto comienza inmediatamente después de los eventos de la masacre de Halloween de la segunda película. Art el Payaso sobrevivió, mientras Sienna (Lauren LaVera) y su hermano Jonathan (Elliot Fullam) luchan por reconstruir sus destrozadas vidas. El tiempo pasa y llega la época navideña, momento de celebración y alegría que resulta ser el elegido para que los horrores del pasado vuelvan a aterrorizarlos.

Dejando de manifiesto que este tercer capítulo no sirve como punto de entrada a la saga de humildes orígenes, pues es necesario estar al día con la historia previa, el relato se eleva enormemente al centrarse en Sienna. Otros slasher suelen dejar de lado un aspecto clave en lo que respecta a sus sobrevivientes, el estrés postraumático, pero acá nos damos el tiempo de explorar lo realmente rota que está nuestra protagonista. Hay traumas que nunca se superan y así lo demuestra Sienna, sin un real apoyo detrás y enfrentando las enormes dudas que dejó su brutal vivencia. Es ella la que realmente sostiene la película. LaVera es una final girl de tomo y lomo que lo da todo, especialmente en ese sanguinario tercer acto.

David Howard Thornton sigue siendo el otro gran componente de la franquicia, con su despiadado y silencioso asesino de vodevil elevándose a nuevo ícono del slasher con sus miradas, movimientos, expresiones y sonrisas bajo ese maquillaje blanco y negro, siempre manchado de sangre. Terroríficamente burlón y sanguinario sin nada de diálogo. Las secuencias que protagoniza Art el Payaso son brutalmente diabólicas, demostrando el encanto de los efectos prácticos con sangre y vísceras. Hay una que involucra una motosierra y una ducha que hará sufrir a toda la audiencia. Ni hablar de otra que involucra ratones. Mejor no decir más.

Por muy sangrientas y crueles que sean estas secuencias, muchas de ellas ni siquiera impactan a la narración. Todo el inicio previo a los títulos busca ser un manifiesto de todo lo retorcido y enfermizo que veremos en la película, pero aquellos momentos nunca son mencionados ni influyen en la historia posterior. Eso se replica en varias escenas, que están ahí para desatar la maldad de Art, pero no mucho más, siendo más bien una antología de masacres del payaso mientras avanza el relato de Sienna en su intento por tener una vida normal hasta que vuelven a cruzar sus caminos. Por muy impactante y lograda, la matanza debe tener un sentido dentro de la narrativa.

Un metraje de dos horas que se siente excesivo y la expansión de la mitología, con espadas mágicas y guerreros destinados a una suerte de guerra santa, tampoco termina por convencer, especialmente cuando su último acto bebe demasiado de Hellraiser. La apuesta se eleva, pero no todo paga.

Aunque la tercera entrega de Terrifier efectivamente no es para los débiles de estómago, la película agradece mucho de un marketing acentuado por los desmayos y vómitos de la audiencia durante las proyecciones. La bolsa de vómito estaba ahí en la sala en la primera función, dando más fuerza a aquella campaña que demostró ser un gran éxito. Eso es lo que muchos esperan que suceda durante la proyección en el cine.

Sin entregar nada realmente nuevo al género, Terrifier 3 es un grotesco festín que no perdona a nadie y ese es su mayor valor. Pueden amarlo u odiarlo, pero Art el Payaso llegó para quedarse.

Terrifier 3 se estrena este jueves 31 de octubre en los cines de Chile.

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