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Jugadores de Pokémon GO han estado entrenando a una IA sin saberlo

¿Qué prefieres? ¿Ser el mejor entrenador Pokémon o ser entrenador de una IA?

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Corría 2016 y Niantic lanzaba -de manera parcializada alrededor del mundo- en las tiendas de aplicaciones móviles Pokémon GO, el juego gratuito (gratuito hasta que realizas compras en la app, como la reciente función de personalizar tu avatar) de realidad aumentada donde, al fin, podíamos transformarnos en maestros Pokémon y recorrer el mundo atrapando a todos los monstruos de bolsillo.

Pokémon GO era un sueño cumplido para quienes crecimos jugando Pokémon en nuestras Gameboy y viendo la serie animada, pero, como hemos aprendido a lo largo de los años en internet, si algo es gratis, realmente no lo es: el pago siempre serán tus datos.

En una entrada publicada el día 12 de noviembre en su blog, la desarrolladora especializada en juegos móviles geoespaciales como Pokémon GO, Ingress y Peridot, Niantic le hizo saber a sus jugadores que, estuvieran o no al tanto, lo que han hecho durante estos ocho años no es precisamente llenar su Pokédex, sino que "ayudar a entrenar a una gran inteligencia artificial geospacial".

Desde su lanzamiento en 2016, Pokémon Go ha motivado a millones de jugadores a explorar sus alrededores capturando no solo adorables Pokémon, sino que también una vasta cantidad de imágenes y datos geolocalizados que Niantic está aprovechando para entrenar un sistema de inteligencia artificial que han llamado Visual Positioning System (en español, Sistema de Posicionamiento Visual), al cual denominaremos VPS para acortar.

Como sabemos, nuestro cerebro es capaz de reconocer, por ejemplo, que X estructura es un edificio, que ese edificio en particular es una iglesia y que, a pesar de que solo vemos su fachada, podemos imaginar cómo es el resto de la estructura. Las IA no tienen esta habilidad, por lo que deben ser alimentadas con la mayor cantidad de datos posibles para completar la información que les falta sobre dicha estructura y así decir "sí, efectivamente un edificio con este tipo de fachada es una iglesia".

Básicamente, lo que Niantic hizo fue vincular Pokémon GO a VPS para que esta pueda "aprender" sobre espacios tridimensionales complejos, y la forma en que los jugadores le han alimentado –así como ChatGPT se entrena con textos de internet- es a través de la función Pokemon Playgrounds, esa que permite a los usuarios "fijar" un Pokémon a una ubicación y quede disponible para que otros jugadores lo vean.

La idea de esta recolección de datos es que, eventualmente, podría servir para mejorar los modelos de mapeo 3D sin necesidad de enviar un equipo físico al lugar o, en el mejor de los casos, para que la navegación autónoma de dispositivos de mapeo geográfico o ambiental, por ejemplo, sea más eficiente y puedan cumplir más rápido con sus trabajos.

¿Es realmente ético?

Por supuesto, al revelarse que el juego está entrenando una IA caemos en el terreno de "¿es realmente ético lo que está haciendo la empresa?" y solo podemos confiar en que Niantic está cumpliendo con todas las regulaciones de protección de datos, así como asegurándose de que la información de los usuarios es anónima y será usada de manera responsable. 

Si bien no es algo nuevo que exista la recolección de datos para ser usados con otros fines, lo novedoso es que se informe para que serán utilizados.

Solo basta recordar que los CAPTCHA (Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart) originales, aquellos textos poco legibles que debemos digitar para asegurar que somos humanos, no son más que escaneos de textos antiguos que la tecnología no puede reconocer y, sin darnos cuenta, le estamos dando una mano a la digitalización de textos de varias bibliotecas públicas.

Lo mismo pasa con los reCAPTCHA de imágenes de Google: estamos ayudando a Google Street View a identificar elementos específicos al marcar, por ejemplo, qué cuadros contienen pasos de cebras.

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