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[Reseña] Daredevil: Born Again | Esto sí es volver a nacer

Mientras más se aleja de la fórmula, mejor funciona este renacimiento del Hombre sin Miedo.

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Tal como en el emblemático cómic de Frank Miller y David Mazzucchelli que inspira su título, Daredevil: Born Again (Nacido de Nuevo) significa un renacimiento para su protagonista, físico y espiritual, para poder encauzar el rumbo.

Esto va más allá de su historia, pues también es el retorno de una serie a siete años de su cancelación, con los mismos personajes que comenzaron todo hace una década. Es volver a nacer para el justiciero ciego de Hell's Kitchen en respuesta a la demanda de una audiencia que no puede ver a Matt Murdock y Wilson Fisk con otros rostros que no sean los de Charlie Cox y Vincent D'Onofrio, respectivamente.

Verlos de vuelta, frente a frente, con una controlada intensidad en la que luchan por mantener a raya a sus oscuros pasajeros, es la justificación suficiente para darle una oportunidad a Daredevil: Born Again en su sólido inicio.

SuperGeek ya pudo ver los primeros dos episodios de la nueva serie que llega a Disney+ y es un regreso a casa que nos recuerda que el trabajo del diablo jamás termina.

Funcionando como continuación de la serie original, que se extendió por tres temporadas entre 2015 y 2018 en Netflix antes de pasar a estar disponible en Disney+, retoma la historia justo tras despedirnos de Matt, Karen Page (Deborah Ann Woll) y Foggy Nelson (Elden Henson) al formar su propio bufete.

Rápidamente, se decide lidiar con los cabos sueltos de la serie original para arrancar con brutal fuerza este ciclo y poner a prueba a nuestro héroe, en sus ideales y creencias, cruzando líneas que nunca debieron traspasarse. Ese violento suceso lleva a Matt a distanciarse de su alter ego enmascarado, optando por hacer justicia en su rol de abogado. Pero el retorno de Fisk con aspiraciones políticas en Nueva York provocará que las pasadas identidades comiencen a resurgir, poniendo a ambos en rumbo a la inevitable colisión.

El "Nacido de Nuevo" del título no es gratuito. Representa el alma de la serie para justificar su regreso a siete años de su cancelación, pero también refleja el viaje compartido de Murdock y Fisk. Ambos buscan nacer de nuevo en este mundo, por motivos muy diferentes, pero viven luchando todo el tiempo con ese pasajero oscuro que llevan dentro. Los dos son gigantes en sus respectivos ámbitos, pero negar lo que realmente son puede resultar en un caos mayor.

Es la historia de ambos, blanco y rojo, el poder y la calle, un relato urbano y cercano, que nos sirve de guía para mostrar a una Nueva York aún más presente que busca cambios, mejoras y seguridad, llevando a que, en su necesidad, termine recurriendo a la peor solución. La serie también logra hacer hablar a esta ciudad, un personaje más, con un recurso impecable que va en línea con la misma serie.

No solo es la lucha de Daredevil contra el Kingpin, una que bebe de etapas de los cómics como Mayor Fisk escrita por Charles Soule o el evento Devil's Reign de Chip Zdarsky y Marco Checchetto, sino que también es la batalla de Matt Murdock contra él mismo. No solo se ha alejado del vigilante, también de sus seres queridos y de su propia fe, pero solo es cuestión de tiempo para que termine cediendo a su verdadera naturaleza. Lo mismo se puede decir de Fisk y el Kingpin, porque uno sabe que ambos no podrán separarse nunca, por mucho que intente con todas sus fuerzas ser alguien más. Nacer de nuevo no es tan simple como decirlo.

Es ahí donde se agradece que Cox y D'Onofrio no solo compartan más escenas, sino que sus relatos tengan el mismo tiempo de presencia en pantalla, siendo testigos de un viaje de dos caras que avanza en paralelo. Ambos son más similares de lo que creen, ambos usan al sistema y a otras personas, y se enfrentan no solo físicamente, sino también en ideologías, creencias y estrategias. Son personas que, por mucho que lo intenten, no podrán caminar en el día como cualquiera de nosotros.

La acción tampoco se queda atrás, desde su impactante secuencia inicial en una toma continua a una visceral pelea que, para nuestra desgracia, saca a los demonios que llevamos dentro, logrando acallar cualquier aprensión con respecto a que el cambio de plataforma llevaría a suavizar todo. Aunque algunos efectos digitales hubieran agradecido que se pulieran mejor, la serie logra capturar mejor de lo esperado las habilidades aumentadas de Matt Murdock, reforzando lo esencial del trabajo de sonido.

Con Dario Scardapane como showrunner, tras encabezar la serie The Punisher, no se teme tocar temas como la corrupción política, la sucia burocracia y los policías asesinos, además de cuestionar el concepto de vigilante en la era actual. Personajes de ambigua moral en un mundo donde nuestros oscuros pasajeros luchan por salir.

Todo aquello se aleja bastante de la fórmula a la que Marvel Studios nos ha tenido acostumbrados, y justamente esa es su mayor fortaleza. Mientras más toma distancia de la desgastada fórmula, mientras más se acerca al espíritu de la serie original dejando en claro que es su propia historia, es donde mejor funciona. Nada de Multiverso ni amenazas de otro planeta, sino que problemas muy terrenales.

Al haber visto tan solo dos episodios, no podemos sacar una conclusión definitiva sobre este retorno del Hombre Sin Miedo. Lo que sí podemos decir es que Daredevil: Born Again es todo lo que prometía con este inicio. Es volver a nacer sin alejarse de lo que hizo única a la serie original y, a la vez, tomando su propio rumbo.

El Diablo de Hell's Kitchen está de regreso y eso es todo lo que necesitamos.

Daredevil: Born Again se estrena este 4 de marzo con doble episodio en Disney+, con capítulos de estreno cada martes a las 23:00 horas de Chile.

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