Windows 10 está llegando a su fin, ¿qué hacer si tu PC no puede actualizarse?
Si tu PC no cumple con los requisitos para actualizar o no puedes cambiarlo pronto, aquí te dejamos algunas opciones.
Desde 2021 Microsoft ha estado realizando una gran campaña para que, gradual y eventualmente, sus usuarios dejen Windows 10 y den el salto a Windows 11, y este año llegará ese momento definitivo. El soporte oficial para Windows 10 dejará de estar disponible el 14 de octubre de 2025, pero hay un gran problema: no todos los computadores cumplen con los requisitos mínimos para lograr la actualización.
Primero, aclaremos algo importante: que el soporte oficial de Windows 10 termine en octubre no quiere decir que tu computador automáticamente dejará de funcionar, podrás seguir utilizándolo sin problemas durante un tiempo ya que muchos programas y aplicaciones de uso diario seguirán cumpliendo su función e, incluso, seguirán recibiendo actualizaciones.
Los requisitos mínimos que Microsoft ha establecido para la actualización hacia Windows 11 son, por decir lo menos, bastante exigentes y dejan a muchos computadores actuales, perfectamente funcionales, obsoletos. Para cambiar de sistema operativo necesitas un procesador de 1 GHz o más con al menos 2 núcleos, 4 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento y una tarjeta gráfica compatible con DirectX 12. Además, tu PC debe tener un chip TPM 2.0 y ser compatible con Secure Boot.
Ahora, es muy cierto que muchos PC que no cumplen estos requisitos pueden, de todas formas, ejecutar Windows 11 sin dificultades, pero la gran duda que queda es ¿Microsoft les seguirá dando soporte a futuro?
Si desgraciadamente tu equipo entra en la categoría de los que no podrán con la actualización, debes saber que aún hay algunas cosas que puedes hacer antes de, definitivamente, cambiarlo por un modelo más moderno.
La primera opción es contratar el soporte extendido de Windows 10. Microsoft ofrecerá este servicio a usuarios particulares durante un año y tiene un valor de treinta dólares, algo así como veintiocho mil pesos chilenos.
La segunda opción, bajo tu absoluta responsabilidad, es forzar la actualización. Aunque claramente es algo que desde Microsoft no recomiendan, si se realiza una instalación limpia del sistema operativo esto podría ser posible. Ahora, ten en cuenta que podría tener consecuencias como problemas de rendimiento o no recibir las actualizaciones correctas. Si actualizas el sistema de esta manera debes saber que en los últimos reportes de Windows Defender se está registrando este método como una amenaza de seguridad, aunque aún no hay certeza de que está haciendo Microsoft al respecto.
La tercera opción, quizás más segura que la anterior pero que, ojo, tampoco garantiza que vaya a funcionar, es actualizar el hardware de tu PC para hacerlo compatible con Windows 11. En algunos casos puede ser tan simple como cambiar el procesador, pero repetimos: no es algo que realmente asegure el éxito de la actualización.
Si ninguna de las tres opciones anteriores te convence y cambiar el equipo es algo que escapa a tu presupuesto, siempre puedes tomar en cuenta la idea de dar el salto a un sistema operativo nuevo, como Linux. Hay muchas distribuciones de Linux que son fáciles de instalar y usar, y además pueden extender la vida útil de equipos más antiguos.
Interfaz de Linux Ubuntu
Las versiones más conocidas y recomendadas de Linux para quienes son novatos y principiantes en este sistema son Ubuntu, Linux Mint o Elementary. Estas distribuciones (así se llaman las versiones) son gratuitas, seguras y tienen una gran comunidad de usuarios, especialmente en Reddit, que están muy dispuestos a ayudar a quienes recién se inician en el mundo de los sistemas de código abierto.
Por supuesto, pasar a Linux luego de una vida en Windows es un grandísimo salto, pero es una opción que cada vez más usuarios están considerando como una alternativa viable ya que, además de ser gratis, Linux suele ser más liviano y puede hacer que tu viejo PC vuelva a tener una segunda vida y aguantar varios años más de utilidad.