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Es oficial: La E3 ha muerto

Ya lo estaba, solo faltaba que la dejaran ir.

Bien. Luego de varios años de indecisión, de intentar sumar a nuevos socios y también de culpar a todos menos a las propias decisiones, este martes se ha confirmado que la E3, la que fuera la feria de videojuegos más importante del mundo, finalmente ha muerto.

Hay que recordar que las cosas venían estropeándose desde hace tiempo y más atrás que la pandemia, como suelen situar la crisis sus organizadores, todo para no dar su brazo a torcer sobre que el evento en sí mismo perdió en consistencia y eso hizo que la confianza de las desarrolladoras mermara.

Así, fue PlayStation la primera que se restó del asunto enterrando una daga en el costado,  la misma que dejó una herida que nunca cicatrizó y que en cambio sirvió para que en ediciones posteriores más fueran las grandes marcas o estudios los que se saltaran la participación en la E3.

También hubo errores de organización, situaciones extra que hablaron de malos tratos e incluso acoso, pero claro que nada de eso fue reconocido como lo más importante, ya que siempre se prefirió culpar a la pandemia del descalabro y tras las suspensión de 2020 prometieron volver con fuerza el 2022 y luego este 2023, pero como bien saben, nada de eso sucedió.

Y el momento tardó, pero llegó y así lo hicieron ver con un breve comunicado que vuelve a demostrar que los errores internos son los que más pegaron, aunque la organización siga sin reconocerlo. Es más, el CEO de ESA (los organizadores) aseguró que la situación tiene que ver con que las distintas marcas tienen nuevos canales de comunicación de sus productos y ese es en gran parte el problema. “Las empresas ahora tienen acceso a los consumidores y a las relaciones comerciales a través de diversos medios, incluidos sus propios escaparates individuales", explicó.

En tanto, en sus redes sociales, la ESA colgó un corto pero decidor mensaje que confirma el adiós: “Tras más de dos décadas de E3, cada una más grande que la anterior, llegó el tiempo de decir adiós. Gracias por los recuerdos”.