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Así fue como Marvel y DC perdieron la marca registrada de "superhéroe"

Quién diría que los archirrivales se llevarían bien solo cuando de defender sus patentes se trata.

Con Steamboat Willie -la primera animación del que luego sería conocido como Mickey Mouse- ingresando al dominio público este primero de enero a las 00:01 horas, el 2024 partió obligando a que varios estamentos de la industria del entretenimiento se dedicaran a revisar sus marcas registradas y patentes, ya sea para tratar de mantenerlas o, de una vez por todas, dejarlas ir.

Y esta historia sobre patentes, por más improbable que parezca, es real.

En 1977, los departamentos legales de los gigantes archirrivales del cómic DC y Marvel unieron fuerzas para algo, a todas luces, inédito: patentar el término superhéroe (junto súper héroe y los plurales superhéroes y súper héroes) y administrar la marca registrada de manera conjunta -al menos- en su país de origen, Estados Unidos.

Si bien superhéroe es un sustantivo común como cualquier otro, de alguna forma las casas editoriales lograron que la justicia diera el vamos a la petición de tuición compartida de la marca registrada de esta palabra y, por casi 50 años, recurrieron en múltiples ocasiones a tribunales para que, quien lo intentase, desistiera, evitando que pudieran llegar a acuerdos al cobrar montos absurdos por concepto de uso y, en varias ocasiones, llegando a comprar ellos mismos las pequeñas patentes para dejarlas en el olvido.

Así, sus abogados se dedicaron a entorpecer el registro y publicación de no solo obras, sino también productos (una cerveza y una bebida gaseosa), servicios (como una pizzería) o eventos (como recaudaciones de fondos temáticas) con el uso de cualquiera de esas palabras.

Y así fue hasta que, en 2022, se cruzaron en el camino de Superbabies.

Superbabies es una historieta creada por S.J. Richold del estudio británico Iconic Earth Studio que, tratando de abrirse camino en el mercado estadounidense, se topó con que, para poder publicarse en el país de muchos estados, debía pedir permiso a las editoriales y llegar a un trato monetario con estas, que, con suerte, no incluyera la compra de su marca.

Así, decidió demandarlos, ya que, en sus palabras, DC y Marvel "no pueden reclamar la propiedad de un género completo".

Con esto, la Oficina de Marcas y Patentes de EE.UU. se dio cuenta de que, en realidad, los superhéroes no son algo exclusivo y falló a favor de S. J. Richold y Superbabies Limited, emitiendo un fallo que inhabilita el estatus de marca registrada de la palabra superhéroe por parte de DC y Marvel, y permite que, desde aquí y para siempre, cualquier persona y cualquier empresa pueda usarla libremente en sus obras y productos. 

Adam Adler, abogado de Superbabies, emitió un comunicado donde explicó lo importante que es este fallo y el precedente que sienta: "Este resultado no solo es una victoria para nuestro cliente, sino una victoria para la creatividad y la innovación. Al establecer que los SUPER HÉROES pertenecen al dominio público, los salvaguardamos como un símbolo de heroísmo disponible para todos los narradores".

"Las historias de superhéroes nos enseñan a defender al más débil, por lo que es apropiado que la liberación de los SUPER HÉROES llegue de manos de The Superbabies, los más pequeños de todos. Mi esperanza es que esta victoria anime a las pequeñas empresas a compartir sus historias con el mundo", sentenció en el texto. 

La noticia ha causado gran revuelo en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, pero, por lejos, la mejor reacción al respecto ha sido la de la cuenta oficial de la serie The Boys, que solo respondió con una imagen de Homelander.

La ley* establece que, cuando algo es parte del terreno de dominio público, puede ser compartido, (re)interpretado, reutilizado y emitido / impreso legalmente sin la necesidad de que el/los creador/es otorgue/n permiso o se deban pagar derechos de autor y, por sentido común, esto no debería aplicar para palabras tan comunes como, en este caso, superhéroe.

*Acá hablamos de EE.UU, pero funciona relativamente similar a través del globo.

• ¿Y cómo funciona el registro de marcas en Chile?

En Chile, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) establece que, antes de presentar una solicitud de registro de marca, se debe considerar que hay palabras que NO están permitidas registrar como marca y, para ello, dan los siguientes ejemplos:

- Si su empresa trata de registrar la marca SILLA para vender sillas, la marca será denegada ya que "silla" es el término genérico del producto.

- Si desea registrar la marca descriptiva, por ejemplo, registrar la palabra DULCE, esta será denegada para comercializar chocolates por ser descriptiva y se consideraría injusto otorgar a un solo fabricante de chocolate la exclusividad de la palabra "dulce" para comercializar sus productos.