Cuando Chile enfrentó a Macumbas, vudús y… Brasil
Barrabases nos entregó una historia llena de supersticiones.
En las varias veces en que Barrabases convertido en la Selección Chilena Juvenil enfrentó a Brasil, hubo una en la que las macumbas, vudús y toda clase de supersticiones, todas en contra del combinado nacional, se igualaron con el fútbol. Eso pasó en la final de la Copa América 1991.
Tras agotadores y polémicos triunfos principalmente ante Uruguay y Argentina, Míster Pipa sorprendió doblemente al anunciar que alinearía al equipo completo de Barrabases y también al dejar ingresar al camarín al Rey Momo de Brasil, que le entregó muñecos vudú a los jugadores rojos, además de realizar un sahumerio en que les lanzó las maldiciones del infierno. El ánimo del equipo nacional quedó por el piso.
Sin embargo, el partido comienza y Chile domina las acciones logrando abrir el marcador tras una falta penal contra Guatón cometida por el portero Pepino y el central Charol. El árbitro cobra el penal pero el gordo se aviva y tira al piso el muñeco vudú, el juez cae en la trampa y además expulsa a los brasileños. Gol rojo y con dos hombres más en cancha.
A la macumba no le gustó el accionar del árbitro y lo rapta, haciendo creer a todos que lo convirtió en calavera y que debe seguir arbitrando. Regresa el juego y el equipo chileno aprovecha la ventaja numérica y Guatón anota el segundo con tiro rasante. El triunfo se ve cerca.
El partido se juega en el Estadio Gulliver con capacidad para seis millones de personas y todos vibran cuando nuevamente el 10 rojo se escapa y tiene que ser bajado con violento foul de Cuquiño, quien se va expulsado. El balón lo toma el especialista Bototo que no tiene problemas para dejar el marcador en un tranquilizador 3x0 con el que termina el primer tiempo.
Las cosas en el camarín se agitan cuando aparece nuevamente el Rey Momo quien amenaza al camarín chileno con hacer explotar el estadio si Brasil pierde el partido, pero en ese momento el bueno de cacharro llega con la Machi Catrala, quien descubre que Momo en realidad es un delincuente llamado Dedos Largos, que se fugó de Villa Feliz años atrás. Con un hechizo Catrala lo achica y lo entrega a la policía.
Sin embargo, le lee la mano a Míster Pipa y le cuenta que las cosas se complicarán en el segundo tiempo. Lo mismo pasa con Sam quien no cree en las supersticiones y se ríe del vaticinio de Catrala.
Dicho y hecho. En las primeras tres llegadas del segundo tiempo, los brasileños empatan increíblemente el partido gracias a un doblete de Hollín y otro tanto del rápido Caipirinha. Envalentonado, Brasil busca el triunfo y Sam sale a toda velocidad a frenar un ataque, sin embargo recibe una tremenda patada en la cara por parte de Hollín que se va expulsado y el golero debe ceder su puesto a Candado.
El reemplazante evita el cuarto con una magistral estirada, saca largo para Chico que toca con Pirulete, el capitán se saca de encima a toda la defensa y cuando Mono Tití salía, le mete la pelota entre las piernas y pone el cuarto.
La verdeamarelha se va con todo en busca del empate dejando muchos espacios atrás, los que son aprovechados por Bototo, que se escapa, cede para Guatón y el del juego bonito logra el quinto para cerrar el triunfo de Chile sobre Brasil. Partidazo.