El día en que los "Argentinos Gritones" desafiaron a Barrabases
El equipo albiceleste visitó el estadio de “Villa Feliz”.
Con la intención de elegir rivales de poco peso futbolístico y así seguir mostrando su “grandeza”, dos dirigentes argentinos llegaron hasta el estadio de Villa Feliz con la intención de cerrar un triangular en el que mostrar los pergaminos del último campeón mundial, "Argentinos Gritones", por lo que eligieron a dos equipos chilenos para sacarle brillo a su título.
Los designados fueron “Taca-Taca”, equipo sensación del torneo infantil local y por supuesto Barrabases, quien además ponía a disposición su pintoresco estadio construido de madera y que contaba con una de las mejores canchas del país, la misma que albergó el triunfo 3-2 de los rojos de Mister Pipa sobre Taca-Taca y luego la goleada de los trasandinos 6-3 sobre el mismo equipo.
Estos resultados llevaron a la final a Barrabases contra Argentinos Gritones, quienes formaron con Frijol al arco; Pasadizo, Cholguin, Atarantini y Pellejo en defensa; Ardilla, Jajaseman, Luquea y Kempito en el medio; Tontoni y El Beto en delantera. Un partido fácil decían los jugadores albicelestes, un entrenamiento contra los “chilenitos”.
Sin embargo la cosa fue diferente, ya que comandados por Pirulete, los rojos manejaron las acciones iniciales sin contratiempos y eso se reflejó en la apertura de la cuenta por parte de Pelao con recio tiro bajo que aprovechó los espacios creados por Pirulete que contaba con una marca triple.
Los argentinos se sacudieron y comenzaron a acercase a la portería nacional, pero chocaron con las manos del seguro Sam y con los despejes de la defensa que cada vez se veía más ahogada. Esto hasta que se gesta un contragolpe rojo, Pirulete patea pero el travesaño devuelve la pelota, la recibe Guatón y marca el segundo, pero es anulado por fuera de juego. Reclamos excesivos del gordo al árbitro que lo expulsa y Barrabases se queda con diez.
Igual eso no afectó para que los nacionales siguieran atacando y en una rápida jugada Pirulete ingresa al área, va a fusilar pero entre dos defensas argentinos le cometen tremendo penal que dejó al capitán chileno fuera de la cancha. Y nadie más quiere tomar la responsabilidad de patear el penal, excepto Roque, que al no ser experto, desvía. Y tras cartón, Kempito, la figura trasandina, anota el empate con que termina el primer tiempo.
Para la segunda etapa ya está listo Pirulete, pero apenas re-iniciado el juego, Sam vuela para impedir la ventaja albiceleste, pero su vuelo es detenido por el vertical y es retirado en camilla. Ingresa el inexperto Patas de Palillo que de entrada sufre con los nervios, se queda pegado al piso y Argentinos Gritones marca el segundo con golpe de cabeza.
El equipo nacional se desarma moralmente y los trasandinos aprietan el acelerador; Kempito entra solo al área, pero Pelusa le comete un grosero penal. Sin embargo, Patas de Palillo se recompone de su error inicial y logra detener el tiro. Ese fue el catalizador para la arremetida de Barrabases que logra el empate a través de Pirulete quien cazó un rebote que dejó Frijol tras un tiro de Pelao. Golazo del 9 rojo que marcó casi sin ángulo.
El entrenador argentino manda a todo el equipo al ataque para evitar “la vergüenza” a excepción de dos que quedan en marca exclusiva de Pirulete quien debe vestirse de habilitador para que los rojos anoten el tercero: pase de cabeza del capitán chileno para Torito que la baja de pecho, deja atrás a un par de rivales y anota el tercero.
Con un hombre menos, en los últimos minutos todo Barrabases se va a labores defensivas menos Chico que recibe un pase de Pirulete, avanza aguantando un patadón trasandino, luego un choque con Frijol y cayéndose marca el gol definitivo con vistosa palomita. Alegría nacional que contrasta con la salida del pequeño volante que sale en camilla.
Pitazo final y Barrabases se impone a los campeones infantiles Argentinos Gritones por 4-2, un triunfo impensado pero que fue valorado por sus rivales que aplauden al equipo nacional.