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La película de "Kimetsu no Yaiba" batió récords de taquilla en Japón

La adaptación del arco del "Tren Demonio" ya superó los 3,4 millones de espectadores.

La película de "Kimetsu no Yaiba" (Demon Slayer) se ha convertido en la más taquillera en Japón durante los tres días posteriores a su estreno, en los que ha superado los 3,4 millones de espectadores.

"Kimetsu no Yaiba: Mugen Ressha-ren" ha logrado recaudar durante el pasado fin de semana 4.620 millones de yenes (43 millones de dólares), según anunció este lunes la distribuidora del filme y operadora de salas de cine Toho.

Producida por Aniplex, propiedad del gigante nipón Sony, la película es la primera adaptación a la gran pantalla del manga creado por Koyoharu Gotōge, cuya trama fantástica de cazadores de demonios también ha sido adaptada a una serie de animación.

La película, que se presenta como una secuela del anime, adapta el arco del "Tren Demonio", donde "Tanjiro", "Zenitsu" e "Inosuke", además de "Nezuko", inician una nueva misión junto a "Kyojuro Rengoku", el Pilar de la Llama. Todos tomarán un tren para cazar a un demonio, pero caerán en un profundo y peligroso sueño.

El récord de taquilla coincide con la reapertura en Japón de las salas de cine hasta el total de su capacidad durante el fin de semana por parte de Toho, la principal operadora cinematográfica del país asiático, y de otras empresas del sector.

Las autoridades niponas permiten desde principios de mes que las salas de cine vuelvan a funcionar a plena capacidad, lo que supone un paso más en la progresiva relajación de las restricciones tras cerrar temporalmente los cines durante la pasada primavera y fijarse después el límite de entrada en el 50 por ciento de los asientos.

Algunos operadores, como el propio Toho, habían optado por mantener las salas a mitad de su aforo a pesar de la relajación de las medidas aplicadas para evitar infecciones de Covid-19.

Como medidas de prevención de posibles contagios, los cines que operen a plena capacidad continuarán tomando la temperatura corporal de los espectadores y sus datos personales a la entrada, además de prohibir comer en la salas y el uso obligatorio de mascarillas.