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[Reseña] La Princesa Mononoke: Tan fascinante como verla por primera vez

El ciclo Ghibli Fest de Cinemark presenta la imperdible oportunidad de revivir una de las obras maestras de Hayao Miyazaki en la gran pantalla, donde sigue sorprendiendo.

¿Qué se puede decir de una película de la que se ha dicho casi todo a más de 25 años de su estreno?

Resistiendo al paso del tiempo, "La princesa Mononoke" (Mononoke-hime) se mantiene intacta como una de las obras más importantes del maestro de la animación japonesa Hayao Miyazaki y, sobre todo, como su película más compleja.

Un impresionante relato que reúne las propias contradicciones de su cineasta y sale airosa, donde nada es tan simple como el bien contra el mal y cuyo relato se siente aún más relevante en los tiempos que corren.

¿Qué más se puede agregar a lo que han dicho tantos? Algo bastante importante: que merece ser vista, aunque sea una vez, en la gran pantalla.

Eso es lo que propone el ciclo "Ghibli Fest" de Cinemark en colaboración con la distribuidora Cinetopia, entregando la oportunidad de revivir cinco clásicos de Studio Ghibli dirigidos por Miyazaki en una sala de cine, donde siempre se debieron ver.

Aunque todos reconocen las obras del cineasta y del estudio que cofundó con Isao Takahata y Toshio Suzuki, y las pueden recordar de memoria, lo cierto es que son muchos los espectadores que jamás han tenido la oportunidad de ver una película de Miyazaki en la pantalla grande.

Y eso es justamente el mayor valor de este ciclo, que comienza este jueves con "La Princesa Mononoke".

Es que no existe comparación. Nada puede superar el ver en una sala de cine una película de Ghibli dirigida por el querido director y animador japonés.

En la obra que nos convoca, no importa cuántas veces hayan visto "Mononoke-hime" en formatos caseros o, más recientemente, en plataformas de streaming. Poder ser testigos de su proyección en la pantalla grande es una experiencia fascinante, como si la estuviéramos descubriendo por primera vez.

La película, estrenada originalmente el 12 de julio de 1997 en Japón, parece rejuvenecer en la proyección, olvidando rápidamente que se vio por primera vez hace 25 años.

El viaje que emprende el príncipe "Ashitaka" tras ser maldecido por el odio de un dios jabalí lo lleva a confrontar un mundo que ha perdido su balance, con el joven intentando navegarlo "con ojos libres de odio".

No hay buenos ni malos.

Ahí está la señora "Eboshi", quien lidera el Pueblo de Hierro. Destruyendo la naturaleza para obtener el precioso hierro, su gente fabrica poderosas armas que usará contra criaturas y dioses del bosque, y otros humanos, que impiden el crecimiento de su ciudad. Pero ella es una noble líder, amada por los suyos, siendo alguien que ha liberado a mujeres de la prostitución y ha entregado dignidad a leprosos, tratando a todos por igual, dando trabajo y refugio sin discriminación. Para ella, todos son esenciales.

Sus intenciones son nobles, ella lo es. Pero a un costo inmenso.

En el bosque, las deidades no son completamente puras y son capaces de cometer errores, algunos desastrosos. Es un mundo bello y, al mismo tiempo, aislado, despreciando a los humanos que los rodean. "San", la humana criada como lobo, odia a los humanos por el daño que han hecho al bosque y cree que la solución es matar a "Eboshi". Dejó su lado humano hace mucho tiempo.

Aunque estos dos mundos parecen destinados a destruirse, es "Ashitaka" quien lucha por encontrar el balance, pese a que nadie parece ser capaz de verlo.

Revivir este viaje en una gran pantalla hace sentir como si el tiempo no hubiera pasado, como si nos encontráramos por primera vez con esta historia. Escuchar el sonido de los "kodamas" en el bosque alrededor nuestro, percibir la solemnidad de cada paso que da el espíritu del bosque y temer de su forma de caminante nocturno, sentir las gotas que caen poco a poco en las piedras.

Todo ello crece en su proyección cinematográfica, la cual se eleva varios peldaños al tener la oportunidad de escuchar las inmortales melodías compuestas por Joe Hisaishi en una sala con el sonido envolvente. Un viaje por los sentidos.

La violencia que va de la mano con estas bellas imágenes y sonidos también impresiona aún más. Cabezas decapitadas, brazos cortados y mucha sangre derramada, humana y animal, fluyen de manera tan natural que impacta y nos refuerza que la violencia siempre nos acompaña.

Y aún así, siempre hay esperanza. Jamás debemos decaer.

Todo el espíritu y el mensaje de la historia está representado en la frase que el leproso "Osa" le entrega a "Ashitaka".

"La vida es sufrimiento. Es difícil. El mundo está maldito, pero aún se encuentran razones para vivir".

El mundo ahora es más complicado. Pero, aun así, seguimos adelante. Siempre se encuentra un motivo.

El ciclo "Ghibli Fest" comienza este jueves 27 de octubre con "La Princesa Mononoke" en las salas de la cadena Cinemark a nivel nacional. Solo estará en cartelera hasta el 30 de octubre y le seguirá "Ponyo" en noviembre. El detalle en nuestra nota.