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[Reseña] Gundam SEED Freedom: Teleserie en la Era Cósmica

Los fanáticos de siempre tienen razones para celebrar: esta película es para ellos.

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A la audiencia latina le fascina la teleserie, sin importar el medio en el que se presente. La animación japonesa no ha sido la excepción, regalándonos gigantescos culebrones, como Candy Candy o Marmalade Boy, que involucraban a la audiencia con sus personajes a tal punto de sufrir, llorar o celebrar con ellos. La franquicia de Gundam bien sabe de aquello.

Ha sabido acentuar el carácter melodramático en sus diferentes series, teniendo siempre al centro un conflicto bélico entre humanos. Con héroes y villanos en cada facción, los mechas llamados Mobile Suits pasan a segundo plano. Lo importante es el drama, sus personajes y el realismo de la narración, involucrando enormemente a los espectadores más allá de las espectaculares batallas.

Esto quedó demostrado con el debut cinematográfico en Chile de Mobile Suit Gundam SEED Freedom, la película que nos lleva de regreso a la Era Cósmica (Cosmic Era) -la línea temporal donde transcurren los eventos de todos los proyectos de SEED- a casi dos décadas del final del anime con SEED Destiny.

SuperGeek estuvo en la función de estreno realizada por la cadena de cines Cinemark en su complejo del Mallplaza Vespucio, donde la audiencia se volvía a reencontrar con Kira, Lacus y compañía buscando obtener un cierre definitivo a la historia iniciada en un lejano 2002.

Y es ahí donde resulta mejor parada esta entrega cinematográfica, secuela directa de los eventos de SEED Destiny, con una sala totalmente comprometida con los eventos que se desarrollaban en la gran pantalla. Al igual que las mejores teleseries, sufrían, reían, le gritaban a la pantalla y celebraban con aplausos cuando un personaje realmente merecía un puñetazo para reaccionar. Por ello, es un relato que funciona y conecta de verdad si es que tuvieron la oportunidad de ver todos los episodios de SEED, ya que se siente como si no hubieran pasado casi 20 años desde el final.

Mitsuo Fukuda, quien dirigió las dos series de Gundam SEED, escribió esta película junto a Liu Goto y a su esposa Chiaki Morosawa, fallecida en 2016, quien fuera la jefa de guionistas de Gundam SEED. Inicialmente, Morosawa no estaba satisfecha con la historia, por lo que la revisó innumerables veces, incluso después de enfermar. Llegó a tener más de 100 borradores, pero, gracias a la ayuda de nuevos colaboradores y de su propio esposo, el guion se pudo completar.

Acá no hay reinicio ni reinvención. Estamos ante las secuelas directas de los sucesos de SEED Destiny. La paz no llegó luego de abrazar el libre albedrío por sobre el destino determinado por la genética que buscaba imponer Durandal. Las batallas continúan en el año 75 C. E. y aquella lucha interminable le está pasando factura a Kira, por lo que no puede evitar pensar si Durandal tenía razón. Lacus no puede apoyarlo todo lo que puede debido a su rol como la primera presidenta de la agencia de vigilancia de la paz global llamada Compass, para la cual también trabaja Kira. El piloto, junto a sus camaradas, no para de intervenir en varias batallas regionales a raíz de los movimientos independentistas y agresiones de Blue Cosmos. Buscando detener el conflicto, Compass se acerca a la nación llamada Fundación y acepta su propuesta de una operación conjunta contra un bastión del Blue Cosmos.

Si son nuevos en el universo de Gundam SEED, serán bombardeados por tantos nombres, personajes, lugares y datos que tendrán que darse un minuto para ordenar todo, pues la historia no pierde el tiempo en su avance. La película también se la juega para reunir al extendido elenco de personajes de SEED y SEED Destiny, dando el momento de brillar a la gran mayoría y entregando, al menos, un rol dentro de la historia a cada uno. Pero, al ser una película, no todos reciben la importancia que merecen debido a la duración, siendo el mayor afectado Athrun, quien no aparece hasta la mitad del metraje. El principal foco está en Kira y Lacus, y hasta los nuevos villanos no reciben mayor desarrollo, personajes unidimensionales sin mayor personalidad pese al peligro que representan.

Otro aspecto que juega en contra es la confusión que generan muchas de sus escenas, en las que ocurre mucho en muy pocos segundos y otras pecan de falta de continuidad narrativa, tampoco ayuda un innecesario fanservice sexual que causó risas incómodas en la audiencia al no tener nada que hacer en este universo.

Teniendo de regreso a Hisashi Hirai en el diseño de los personajes, se logra un aire nostálgico al dar la sensación de que el tiempo no ha pasado. Nuestros héroes han crecido, pero el estilo busca dar la sensación de continuidad sin considerar que han pasado casi dos décadas desde la última vez que los vimos.

Abrazando el carácter melodramático, es un relato de amor y libertad frente a la imposición del control por parte de quienes se definen superiores, con algunas de las más espectaculares -y a veces confusas- batallas de Mobile Suits que nos haya brindado la franquicia.

Es una verdadera teleserie en la Era Cósmica y serán los fanáticos de siempre los que sinceramente disfrutarán de esta historia. Tienen razones para celebrar, SEED Freedom es para ellos

Mobile Suit Gundam SEED Freedom se estrenó este jueves 8 de agosto en los cines de Chile y en otros países de Latinoamérica.

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