[Reseña] Duna - La Profecía: Intriga de palacio que puede más
Vimos los dos primeros episodios de esta precuela centrada en la Hermandad Bene Gesserit.
Tras el éxito crítico y de audiencia que significó la adaptación cinematográfica en dos partes de Duna (Dune), quedó de manifiesto el interés de expandir el universo literario creado por Frank Herbert. Desde Warner Bros. Discovery, en la incesante búsqueda de un sucesor de Game of Thrones, se entendió el potencial de la mitología y no perdió el tiempo.
Duna: La Profecía (Dune: Prophecy) no es el primer proyecto televisivo inspirado en la fundamental obra de la ciencia ficción, pero sí es el primero en tomar como base las películas de Dune encabezadas por Denis Villeneuve. Manteniendo una continuidad tonal y visual, toma distancia de las películas al abordar el lejano pasado, más de 10 mil años antes del nacimiento de Paul Atreides.
Inspirándose en la novela "La Hermandad de Dune" (Sisterhood Of Dune) de Brian Herbert y Kevin J. Anderson, la serie nos presenta los inicios de la Hermandad que será conocida como Bene Gesserit, formada por mujeres que no temen al poder de los hombres. Entrenadas como Hermanas para ser Decidoras de la Verdad, son asignadas a las Grandes Casas para discernir entre verdad y mentira, formando una gigantesca red de influencia a través del Imperio para gobernar el futuro.
No será necesario que lean todos los libros de Herbert, ni aquellos firmados por su hijo y Anderson, para entender el contexto en el que se desarrolla La Profecía. Una extensa exposición de diez minutos se encarga de aclarar todo el panorama, con eventos que se desarrollan entre Wallach IX, planeta natal de la Hermandad, y Salusa Secundus, el planeta natal de la Casa Imperial.
Teniendo como centro a dos hermanas y Reverendas Madres, Valya (Emily Watson) y Tula Harkonnen (Olivia Williams), vemos cómo la influencia de la Hermandad en el Imperio está en riesgo, especialmente luego de la aparición de un soldado sobreviviente y fanático con un extraño poder, Desmond Hart (Travis Fimmel), quien logra poner de su lado al Emperador Javicco Corrino (Mark Strong) en su búsqueda por eliminar todo rastro de las hermanas de los mundos del Imperio.
Watson y Williams son verdaderas fuerzas de la naturaleza, dando mayor peso a su interpretación de las dos hermanas Harkonnen de ambigua moral, siendo apoyadas por sus versiones más jóvenes, interpretadas por Jessica Barden y Emma Canning, que elevan la historia de estas hijas de una familia caída en desgracia. Por su parte, tenemos a Fimmel finalmente en un rol a su altura tras Raised by Wolves, extraño y salvaje, pero otros actores no dan la talla. Mientras Strong se ve bastante contenido, gran parte del elenco juvenil no logra convencer más allá de verse atractivos para la pantalla. No resulta interesante ver a una princesa escapándose a un club nocturno en un universo de gusanos gigantes y preciosa especia.
Aunque el diseño de producción y de vestuario realmente sacan nota alta, los efectos visuales denotan del menor presupuesto televisivo incomparable con los resultados cinematográficos. Se agradece, eso sí, el uso y construcción de escenarios reales en los cuales ubicar a sus personajes.
Y hay muchos personajes, muchísimos, en este relato, que denota las intenciones por lograr otro Game of Thrones. Muchos espectadores quedarán atrapados por la intriga de palacio y las largas conversaciones, además de traiciones, muertes inesperadas y múltiples conflictos, pero la mitología de Herbert va más allá con su ensayo sobre filosofía, religión y ecología.
Pesa demasiado la propiedad intelectual en esta serie, por mucho que se aleje en términos temporales de las películas. No logra crear su propia identidad (o sacar su propia Voz, por usar un término ad-hoc) al depender, tonal y visualmente, de lo ya instalado en la gran pantalla, incluyendo la necesaria mención de nombres y locaciones ya conocidos. Por supuesto, Shai-Hulud también dice presente.
Con sus pros y contras, el mayor pecado de Duna: La Profecía es querer ser Game of Thrones. La mitología creada por Herbert es mucho más que intrigas de palacio.
Antes conocida como Dune: The Sisterhood, Duna: La Profecía tiene a Alison Schapker como showrunner y productora ejecutiva de la serie, mientras que Diane Ademu-John (The Haunting of Bly Manor) codesarrolló la serie y es productora ejecutiva. Por su parte, Anna Foerster es productora ejecutiva y dirigió varios episodios, incluido el primero.
Duna: La Profecía se estrena este 17 de noviembre en Max y HBO, con episodios de estreno cada domingo en el streaming y la señal lineal.