La autonomía del HUAWEI Watch GT 2 Pro sigue haciendo la diferencia
Hablamos no de días, sino semanas.
Cada vez es más usual que nos crucemos con relojes inteligentes o su símil banda deportiva, pero la verdad es que cuando alguien quiere tomar la decisión de entrar al mundo de los llamados wearables, tiene que pensar en un uso completo de este dispositivo que nos acompañará durante prácticamente las 24 horas del día.
Por eso es que la autonomía es un punto importantísimo y aquí, de momento, otras marcas no han logrado superar, cuando mucho, los dos días, y créanme que termina siendo una real molestia el estar cargando el reloj todos los días o peor, quedarnos sin batería a medio camino.
Eso es algo que sí soluciona, por ejemplo, el Watch GT 2 Pro de Huawei, que hace un tiempo lo analizamos y pese a que ha pasado bastante agua bajo el puente, con nuevas marcas entrando al mercado y renovación de modelos, ninguno llega a los catorce días de autonomía de este reloj, y eso es un montón.
El HUAWEI Watch GT 2 Pro cuenta además con carga rápida, la que permite 10 horas de uso con tan solo 5 minutos de conexión a la corriente y también es el primer reloj de la marca en ser compatible con carga inalámbrica e inversa.
Todo lo anterior se combina además con los muchísimos modos de entrenamiento (más de cien) que incluyen varios que otros no, como Golf con análisis de la postura del swing y todo. También aprovecha el sensor de presión para actividad en montaña como snowboard y ski. Incluso cuenta con una decena de cursos de running guiados por voz, para lograr mayores objetivos.
Si hablamos de monitoreo de Salud, otra de las características por las que este segmento va en aumento, este modelo también ofrece un monitoreo de frecuencia cardiaca avanzada, de la saturación de oxígeno en la sangre (SpO2) y permite registrar la calidad del sueño y hasta los niveles de estrés.
No es lo único, claro está, porque este modelo Pro suma esfera de zafiro, marco de titanio y reverso de cerámica, más una correa de cuero genuino, materiales que no se pueden conseguir en un dispositivo que cuesta menos de doscientos cincuenta mil pesos chilenos y que para muchos, termina haciendo la diferencia.