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[Reseña] Star Wars Squadrons: Cumpliendo un sueño de los fans

EA y Motive Studios nos entregan una experiencia que será un goce para los seguidores de la saga, pero quizás no tanto para jugadores experimentados.

No es la primera vez que un videojuego nos da la oportunidad de sentarnos en la cabina de alguna de las emblemáticas naves de "Las Guerra de las Galaxias", elementos icónicos de la saga de una galaxia muy, muy lejana.

Los jugadores con años de experiencia recordarán inmediatamente la serie "X-Wing", de LucasArts, un simulador de vuelo que nos permitía ponernos en la piel de un piloto de la Alianza Rebelde -futuras entregas de la franquicia nos dejaban ser uno del Imperio Galáctico- y lanzarnos a volar por el espacio en batallas especiales.

Han pasado los años y la tecnología ha evolucionado bastante desde que viera la luz el primer título de esa franquicia en los 90, por lo que era cosa de tiempo que de un nuevo videojuego llegara a tomar la posta.

"Star Wars: Squadrons" es el heredero espiritual de aquellos juegos, cumpliendo el sueño de los fans al volver a dejarnos pilotar las icónicas naves de la saga creada por George Lucas con las gráficas que nos permiten las consolas PS4, Xbox One y también en PC.

Sin embargo, la experiencia que nos entregan Electronic Arts y Motive Studios en este videojuego puede que no sea un desafío para los jugadores experimentados, una conclusión a la que llegamos en Supergeek tras probar la versión para Playstation 4.

"Squadrons" tiene un modo historia que nos lleva a un escenario poco explorado en las películas: la guerra civil galáctica, con el choque entre la ahora Nueva República y los sobrevivientes del Imperio tras la caída de la segunda Estrella de la Muerte en la Batalla de Endor.

Al comienzo nos dará la opción de personalizar a dos pilotos de combate, uno del Imperio y otro de la Nueva República, aunque la personalización tampoco es tan detallada y menos importante para la trama que sigue después.

En vez de optar por una sola línea narrativa, el juego se decide por ir intercalando las historias, por lo que iremos rotando entre las cabinas de ambos bandos: el Escuadrón Vanguardia y el Escuadrón Titán.

La campaña nos llevará por alrededor de 15 misiones, donde tendremos la oportunidad de pilotar icónicas naves, partiendo por los emblemáticos X-Wings y TIE-Fighters, cada uno con elementos de maniobrabilidad y características que los hacen diferenciarse al momento de lanzarnos al combate en el espacio.

Por el lado de la Nueva República, también podremos pilotar el A-Wing, Y-Wing y U-Wing, mientras que en el hangar del Imperio están el Bombardero Tie, Interceptor Tie y el Segador Tie, y estos irán apareciendo a nuestra disposición dependiendo de cada misión, con la posibilidad de ir modificando el equipamiento en base al gusto personal.

También sobresalen los detalles de cada nave, como el no tener la misma visibilidad en un TIE-Fighter a diferencia de un X-Wing, o el ir alternando la potencia entre motor, escudos y disparos en las naves de la Nueva República. Esto último no es igual en el lado Imperial, pues muchas no cuentan con escudos.

Una vez que nos lanzamos a las misiones en el espacio, y cuando ya nos acostumbramos al mando y la maniobrabilidad de las naves, porque no es igual pilotar un X-Wing que un TIE, es imposible no sentir emoción al estar en plena batalla, esquivar misiles, rozar las naves del enemigo o lanzarse en una persecución.

Acá se logra el objetivo inicial: ponernos en las cabinas de los pilotos y generar la sensación de estar ahí en el espacio, al nivel que muchas veces nos veíamos moviendo el cuerpo como si estuviéramos a bordo de las naves. Tal como veíamos en la franquicia, cuando el enfrentamiento se veía frenético, acá ocurre lo mismo y es difícil no volverse loco con tantas cosas pasando al mismo tiempo mientras intentamos cumplir nuestras misiones. Esa sensación se cumple bien, demasiado bien.

Sin embargo, tampoco es tan desafiante y las misiones no entregan enormes retos para el jugador experto. Para ellos, mejor lanzarse con el modo multijugador, con la posibilidad de refriegas de cinco contra cinco y también la batalla de flotas buscando derribar una gigantesca nave del enemigo. Es acá donde el equipo detrás del juego pone el corazón y los resultados valen la pena.

Volviendo al modo campaña, el intercalar las historias de ambos bandos juega en contra al momento involucrarnos en el relato. No se da el tiempo para ello. Además, las interacciones tampoco permiten un verdadero desarrollo, donde nuestro personaje silencioso realmente no interactúa con los demás, más allá de los monólogos en los que estos se lanzan cuando eliges "conversar" con ellos. Llegado un punto, no encuentras necesario "hablar" con todos y los terminas saltando, para ir directo al informe y lanzarte a las misiones.

Aunque el factor nostalgia, tanto por la saga como por los clásicos juegos, terminan elevando el juego gracias a los guiños que presenta la propuesta (¡Wedge! ¡Hera!). Cuando se trata de una saga tan querida, es muy difícil ser objetivo.

La campaña tampoco es tan larga, incluso bastante más corta de otros juegos, unas ocho horas, ya que el foco de "Squadrons" está en el multijugador y es ahí donde no decepcionará.

Más allá de algunos factores que terminan restando al resultado final, "Star Wars: Squadrons" cumple muy bien para los fans que soñaban con estar en una batalla espacial de la salga en una cabina de una de las clásicas naves. Uno podría esperar que una futura entrega mejore los elementos negativos, especialmente el hacer más atractivo el modo campaña, pero eso no evita que el juego sea un regreso más que satisfactorio a los simuladores de vuelo de la saga.

Los fans de "La Guerra de las Galaxias" serán los más felices, incluso sin mayor experiencia en estos juegos.