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[Análisis] LG G8x Dual Screen: La alternativa a los plegables

¿Es realmente un celular con dos pantallas?

Cuando nos decidimos a probar este extraño híbrido entre una carcasa y un celular, todas las miradas estaban puestas en los modelos plegables que tanto Samsung con su Fold y Huawei con su MateX acababan de lanzar. Y si bien la apuesta resultaba complicada, el G8s Dual Screen de LG deja un sabor más positivo que negativo.

Sorprende que en estos tiempos en que pareciese que más cámaras es mejor, el equipo solo cuente con dos traseras de 13MP y 12MP, además de una delantera de 32MP, pero es que ese no es el real foco del equipo. De igual modo los lentes cumplen bien para ser un equipo de gama alta.

En cuanto a su “cerebro”, cuenta con el procesador Snapdragon 855 reservado para los modelos más altos de las marcas, 6GB RAM, 128 GB de almacenamiento interno con opción de ampliar vía microSD hasta llegar a 2TB. Osea un gama alta con todas sus letras.

Lo interesante es su doble pantalla, la que se adosa al equipo principal como una especie de carcasa que termina convirtiéndolo en algo parecido a un libro, con una gran bisagra en el medio y aumentando su grosor hasta hacer recordar los celulares de hace unos diez años atrás. Pero a la hora de utilizarla todo esto termina importando absolutamente nada.

Y es así porque la segunda pantalla tiene las mismas características de la principal (FullHD+ de 6,4 pulgadas) y su acoplamiento es simplemente espectacular. No existe retraso de información, tampoco cambios de color ni menos interferencias como las que suceden cuando se clona una pantalla. Esto pasa, claro, porque no es un clon sino que puede actuar de manera independiente y ahí está su mejor gracia.

Esta independencia permite un multitareas real dando la opción, por ejemplo, ver una película y comentarla en la otra pantalla (suena raro, pero hay más gente de la que crees que hace esto), también sirve para comparar dos opciones (al momento de comprar algo por ejemplo) o para incluso expandir la pantalla y quedar como un tablet (teniendo claro que tendrás una gran molestia al medio pero ojo, sin perder información).

Pero donde siento que este G8x Dual Screen le da en el clavo es en apuntar al gamer, porque la segunda pantalla se puede transformar en un mando virtual y así evitar poner los dedos mientras jugamos, evitando los errores involuntarios. Y esta característica funciona a la perfección ya sea utilizando los modelos que vienen precargados o redefiniendo nuestro propio gamepad ya que permite asignar los botones que queramos a las acciones que queramos. Y funciona.

Lo probamos con Asphalt 9 y fue una delicia jugar. También con shooters y si bien costó un poco más asignar los botones, funcionó impecable. Además, la pantalla puede ponerse en diferentes ángulos (hasta 360°) y si queremos andar con algo más liviano, solo le sacas la carcasa y queda un equipo común y corriente.

Y pese a que es fácil entrar en comparación con un plegable, la verdad es que siguen caminos distintos. El G8x Dual Screen camina solo por una vereda de la que puede sacar mayores dividendos si la sigue perfeccionando y en cuanto a precio es tres veces más barato que un plegable (649.990 pesos). Al menos yo tomo esta vía.