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[Reseña] Ant-Man and The Wasp: Quantumania - Una pequeña introducción para la gran saga

La película que marca el debut de Jonathan Majors como la amenaza multiversal de "Kang" no es el mejor antecedente de cara al futuro de la Fase 5 del MCU.

El cierre de la trilogía cinematográfica del "Hombre Hormiga" y de la "Avispa" prometía ser algo gigantesco, presentándose como la primera entrega de una Fase 5 del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) que entra de lleno en la nueva gran narrativa de esta franquicia, la "Saga del Multiverso".

Concluido el recorrido que nos entrega "Ant-Man and The Wasp: Quantumania", no tardamos en descubrir que estamos ante una película muy pequeña (no deja de ser irónico) dentro de la enorme saga que se está construyendo en las producciones de Marvel Studios.

Aquello no es el mejor antecedente de cara al futuro de la historia multiversal, justamente cuando se esperaba una película realmente trascendental dentro de la gran narrativa.

En esta historia, la vida le sonríe a "Scott Lang", un siempre cumplidor Paul Rudd. Gozando de la fama conseguida luego de salvar al mundo junto a los "Vengadores", el héroe vive un gran momento. Con un libro bajo el brazo y teniendo a su lado a "Hope van Dyne" (Evangeline Lilly, reducida a un rol increíblemente secundario), lo único que "Scott" quiere es recuperar el tiempo perdido con su hija "Cassie", ahora interpretada por Kathryn Newton. La adolescente desea cambiar el mundo y ya ha tenido sus primeras luchas, las cuales han terminado con ella tras las rejas. Y aunque tenga mucho de su padre, "Scott" la sigue viendo como una niña.

Con el contexto rápidamente presentado, somos testigos de una reunión entre los "Lang" y los "Pym" -prácticamente una familia extendida- que no tarda en transformarse en un viaje al "Reino Cuántico", descubriendo que este mundo subatómico posee civilizaciones inteligentes, extrañas criaturas y un tirano que hará todo lo posible para escapar de su exilio.

El tercer largometraje de "Ant-Man" saca a relucir muchas de las debilidades que ya quedaron de manifiesto en las anteriores películas de la trilogía que también fueron dirigidas por Peyton Reed. Si bien la primera "Ant-Man" se vio favorecida del trabajo previo realizado por Edgar Wright y Joe Cornish, con la segunda se empezaron a notar los problemas al demostrar una falta de imaginación que es imperdonable cuando tenemos unos héroes cuyos poderes se basan en sus tamaños y el control de las hormigas.

Ahora, los mayores defectos de "Quantumania" se concentran en la constante preocupación por lo que vendrá, mas no en lo que está teniendo lugar en esta historia.

Un muy pequeño anticipo, sin la relevancia que se esperaba inicialmente, similar a un cómic de preludio que las grandes editoriales -como la misma Marvel Comics- suele lanzar previo a un gran evento editorial. Muchos de estos no son tan esenciales para entender la historia principal, una sensación que también se percibe en este caso puntual.

El guion firmado por Jeff Loveness, que viene de la experiencia televisiva al escribir episodios de "Rick y Morty" y "Miracle Workers", además de programas como "Jimmy Kimmel Live!", prioriza la presentación del villano de la gran saga que se está construyendo en el MCU. Al menos, una de sus versiones. El mismo Loveness se encuentra escribiendo el guion de la próxima entrega de "Avengers", que se conocerá justamente como "The Kang Dinasty".

El "Kang" de Jonathan Majors es fácilmente lo mejor de la película, no solo porque el foco está puesto casi completamente en él, sino porque el actor de "Lovecraft Country" y "Creed III" le entrega enorme peso a un antagonista que se presenta como un adversario multiversal. Ninguna versión suya es igual a la otra, como lo tanteó su primer acercamiento al personaje con "Aquel que Permanece" al final de la primera temporada de "Loki".

La versión de "Kang" en "Quantumania" es la del "Conquistador". De intimidante presencia y con una ira contenida, es un experto manipulador y un tirano que puede poner a todos a sus pies con solo mover un dedo. El carisma de Rudd queda corto ante la figura de este antagonista.

Más allá de esta versión de "Kang", ningún personaje nuevo es realmente interesante y muchos son completamente irrelevantes, más allá de algunos momentos donde destacan, como cierta criatura obsesionada con los agujeros. Otros son un chiste que se olvida rápido.

Además, lo que se anticipaba como un aspecto sumamente atractivo y que dice relación con las motivaciones de "Scott", con respecto a recuperar el tiempo perdido con "Cassie", toma un camino muy distinto y más genérico en el resultado final. Tampoco hay un desarrollo destacable para la joven "Lang", quien pareciera tener todo listo para lanzar su carrera superheroica, a diferencia del camino que tuvo su padre.

"Hank Pym" y "Janet van Dyne", por su parte, siguen siendo secundarios, pero la historia al menos les otorga momentos para lucirse y abrazar sus personalidades, algo que se sustancia en la experiencia y talento de Michael Douglas y Michelle Pfeiffer.

Si bien la historia transcurre casi en su totalidad en el "Reino Cuántico", este mundo subatómico nunca sorprende como uno hubiera esperado, con secuencias donde la imaginación es poca y cuyas escenas más llamativas ya fueron reveladas por la promoción. La mitología de este reino no se expande realmente, más allá de presentar a los habitantes y criaturas que pueblan este mundo. 

Es más, pero al mismo tiempo no, especialmente cuando se da pie atrás a tomar riesgos. El espectador no tarda en sentir la "fórmula" y anticipar hacia dónde avanzará todo, donde lo importante siempre pareciera ser lo que se viene y no el ahora.

Un capítulo que resulta en una pequeña introducción para una saga que promete ser grande, donde lo realmente trascendental no está en el conjunto, sino que en aspectos muy concretos que poca relación dicen con el "Hombre Hormiga" y la "Avispa".

"Ant-Man and The Wasp: Quantumania" ya se encuentra en cines de Chile y de todo el mundo.