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[Reseña] Beekeeper - Sentencia de Muerte: Proteger la colmena, metáfora de algo más grande

Patearon el panal y una abeja enojada se encargará de poner orden.

En Beekeeper: Sentencia de Muerte (The Beekeeper), Jason Statham, siendo fiel a su estilo actoral y cinematográfico, se encarga de interpretar a Adam Clay, un estoico apicultor (en inglés, beekeeper. Literalmente: cuidador de abejas) de pocas palabras, un pasado oscuro y grandes acciones.

Cuando decide retirarse de los Beekeepers, una organización tan secreta que todos los estamentos del gobierno de EE.UU. saben de ella, pero nadie se mete con ella, se vuelve un pacífico apicultor (al parecer, es parte del entrenamiento obligatorio tener colmenas) que vive en algún lugar del oeste de Massachusetts, lejos de todo.

Su única conexión con la humanidad es su vecina, quien, desgraciadamente, se suicida luego de ser víctima de un elaborado plan de estafas telefónicas y phishing. Este hecho prende una mecha bañada en miel y lo impulsa a volver al ruedo para realizar algo que ama más que a sus colmenas: hacer justicia y cobrar venganza.

Así, Clay comienza su investigación para saber quien está detrás de la operación de estafas y lentamente lleva a cabo una operación para infiltrarse y destruirlo todo desde dentro. La venganza nunca fue tan dulce.

Solo picará la abeja a quien torpe la maneja. Los estafadores (que solo son la punta del iceberg en un gran caso de corrupción de muchos niveles) son comparados con avispas que amenazan destruir la colmena, y Clay se encargará de que la verdad sea descubierta. ¿Cómo destruyes un panal de avispas? Con fuego. Mucho fuego y explosiones. 

A lo largo de la trama se presentan varias similitudes sobre el hecho de que la sociedad es como una colmena y cuál es el rol de los Beekeepers en ella: son las abejas guardianas dispuestas a sacrificarse por el bien común, estando entrenados para proteger la colmena a toda costa.

Lo que comienza como un drama salta rápidamente a la acción y de ahí no para hasta el final de los 105 minutos que componen el metraje. Explosiones, infiltraciones, lanzar gente desde puentes, abrirse paso por una bella escalera de mármol eliminando obstáculos a diestra y siniestra solo para revelar, luego de atravesar estrepitosamente una ventana, que todo sucedió en un primer piso. Miel sobre hojuelas del género de acción.

El elenco parece ser disonante, pero, curiosamente, funciona bien en su conjunto. Cada quien le da un toque de personalidad y cadencia particular a su personaje, por lo que las intenciones pueden leerse desde la primera aparición en pantalla.

Además de Statham como Adam Clay, la película cuenta en su reparto con Emmy Raver-Lampman (The Umbrella Academy), Josh Hutcherson (Five Nights at Freddy's), David Witts (Picture Perfect Royal Christmas), Michael Epp (Beyond Valkyrie: Dawn of the 4th Reich), Phylicia Rashad (Creed III), Minnie Driver (Our Flags Means Death) y Jeremy Irons (Justice League, The Flash).

The Beekeeper es una película tremendamente entretenida que hace gala de lo cómodo que está Statham en roles de pocas palabras y muchos golpes. La dirección está a cargo de David Ayer (Suicide Squad), pero a quien hay que destacar es al guionista Kurt Wimmer (Equilibrium, Total Recall), puesto que es impresionante la cantidad de metáforas apícolas que fue capaz de realizar.

Si bien la historia es autoconclusiva, tiene posibilidades de transformarse en una franquicia. Una precuela de los años de Clay activo en las filas los Beekeepers no vendría mal, o una secuela donde sus aliados del FBI dejaron la oficina y ahora son parte de la organización. Como sea, lo importante es proteger la colmena.

Beekeeper: Sentencia de Muerte ya está en las salas de cine chilenas y también disponible en IMAX.