SuperGeek.cl
Síguenos:

[Reseña] Donkey Kong Bananza: Ahora sí bienvenidos a la Nintendo Switch 2

Jugamos al nuevo título del gorila y así nos fue.

Después de 26 años sin una entrega en 3D, Donkey Kong vuelve con una fuerza que literalmente lo sacude todo en Bananza. Nintendo le dio el protagonismo absoluto al gorila, y con la potencia de la Switch 2, se desató una aventura explosiva, destructiva y repleta de carisma que marca un nuevo estándar para los juegos plataformeros.

El gameplay se centra en romper el entorno, literalmente. Aquí, DK aplasta, perfora y rompe todo con puñetazos direccionales que abren rutas, túneles ocultos y desafíos, porque cada estrato del planeta actúa como mundo abierto vertical, permitiendo explorar o simplemente arrasar con el mapa. Y ojo con las Transformaciones Bananza: avestruz para bombardear desde el aire, cebra para velocidad frenética y la clásica bestia Kong para aplastar a lo bruto.

La gran sorpresa es Pauline, quien deja de ser la damisela en apuros para convertirse en coprotagonista activa e inmensamente necesaria ya que montada sobre los hombros de DK, su voz es el motor de las Transformaciones Bananza y cada nota que canta activa una nueva forma, potencia habilidades y hasta destruye rocas. Su presencia no solo añade una capa mecánica al gameplay, sino que también aporta ritmo, humor y una dinámica cooperativa que refresca la fórmula clásica del simio. En modo cooperativo, incluso puede ser controlada por un segundo jugador, usando ondas vocales para alterar el entorno y atacar enemigos.

Narrativamente, Pauline también cumple un rol clave ya que como humana que es, verbaliza emociones, explica situaciones y conecta con el jugador desde otro ángulo. Su evolución durante el viaje va de tímida cantante a heroína vocal y le da peso emocional a la historia, permitiendo que DK tenga un contrapunto expresivo que enriquece las escenas. Además, sus animaciones y reacciones están tan pulidas como las del gorila, creando momentos memorables donde el dúo brilla con química y estilo.

La progresión se da con las Gemas de Banandio, que sirven para desbloquear habilidades nuevas, reducir tiempos de transformación y aumentar la resistencia, y además hay un árbol de upgrades, ropa con stats, y fósiles que funcionan como moneda para comprar ítems o desbloquear zonas, tal como un Donkey Kong clásico.

Los niveles tienen un diseño hipercreativo con mecánicas que cambian en cada tramo (materiales raros, semillas-puente, superficies elásticas) y guiños a clásicos con fases 2D y minijuegos. El ritmo no afloja, y la exploración libre premia con secretos bien escondidos.

Gráficamente, la Switch 2 brilla y por fin se siente que tenemos la nueva generación de la híbrida de Nintendo en nuestras manos, dejándonos con mucha expectativa de lo que pueda venir más adelante. Mientras, aquí en Bananza nos deleitamos con escenarios destructibles en tiempo real, físicas complejas, efectos de niebla, reflejos y partículas. La expresividad de DK y Pauline (que canta durante las transformaciones) eleva el carisma, con animaciones contextuales y reacciones que van más allá del típico salto y golpe.

Punto extra para la banda sonora que se luce con versiones remix de clásicos como DK Island Swing, además de temas nuevos con protagonismo vocal de Pauline y un diseño sonoro que hace que cada golpe se sienta y se escuche. Acompaña bien mientras jugamos.

Donkey Kong Bananza no solo revive al simio, sino que lo convierte en ícono técnico y creativo. Y sí, Nintendo lo volvió a hacer. El título está disponible a partir de este jueves 17 de julio y en la tienda digital de Nintendo tiene un precio de $82.990, lo mismo que en versión física, aunque si se busca bien se puede encontrar algunos pesos más barato.

Lo bueno:

  • La destrucción total como mecánica principal.

  • Exploración con altísimo grado de libertad.

  • Transformaciones Bananza que reinventan el gameplay.

  • Física y gráficos que aprovechan la Switch 2 sin sacrificar rendimiento.

  • Pauline como coprotagonista activa, con mecánicas y narrativa propias.

  • Rejugabilidad alta gracias a secretos y progresión no lineal.

Lo malo:

  • Historia débil, con un cierre algo apresurado.

  • Algunas transformaciones se sienten infrautilizadas.

  • Ralentizaciones puntuales en jefes cargados de efectos.

  • Puede saturar si se prioriza solo la destrucción y se olvida el recorrido.