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[Reseña] El amor después del amor: Infancia en llave de do, juventud en llave de fa

Con la idiotez y la locura de todos los días… a lo mejor, resulta bien.

Basada en las memorias “Infancia & Juventud” (editadas por Planeta Libros) del cantautor rosarino Rodolfo “Fito” Páez, la serie biográfica El Amor Después del Amor cuenta, aproximadamente, la historia de los primeros treinta años de la vida del artista.

El título de la serie no solo hace referencia al séptimo (y mejor, ¡he dicho!) álbum de estudio del cantante (y uno de los más vendidos del rock argentino) sino también a volver a creer en el amor luego del rápido despegue e intenso viaje de su carrera musical, tremendamente marcada por la tragedia, la pérdida, el dolor, los amores y desamores presentes en las letras de sus canciones.

En ocho episodios protagonizados por Gaspar Offenhenden e Iván Hochman en las versiones de Fito niño y adulto, respectivamente, se cuenta la historia de cómo este crespo niño criado por un padre megalómano, convencido de que no es viable ser músico, es capaz de encontrar una grieta para salir al mundo de una Latinoamérica sumida en dictaduras militares y abrirse paso en el difícil camino de la música que, en su caso, empieza con las historias que recaba sobre su fallecida madre pianista, visitas a la disquería donde se enamora de Sui Generis, lecciones de música con partituras en llave de do y llave de fa, ser tecladista en una banda con los chicos del barrio hasta conocer a Juan Carlos Baglietto (interpretado por su hijo, Joaquín Baglietto), precursor de la nueva trova rosarina, escapando de la policía por no respetar el toque de queda luego de una tocata clandestina.

Desde el encuentro con Baglietto a escribir “La vida es una moneda”, ser parte de la banda, llamar la atención de Charly García, conocer a Fabiana Cantilo y Luis Alberto Spinetta, escribir, componer y grabar con todos además de comenzar una carrera solista, solo hay un paso… Un accidentado paso lleno de grandes penas y tragedias solo pasables con excesos, excesos igual de grandes que el dolor. 

La serie peca de algo muy parecido a la biopic Bohemian Rapsody (y prácticamente cualquier producción de este tipo): emociona gracias a la nostalgia de la música, banda sonora y el contexto histórico, no gracias a que destaque el guión.

La reconstrucción histórica -salvo algunos detalles menores, como vinilos que no corresponden a la época en la tienda de discos- de la argentina en plena dictadura no se nota tanto más allá de los cambios en el vestuario y los lentes de Páez, pero el punto más alto de la serie, indudablemente, es el casting: me atrevo a decir que se eligió a los intérpretes principales con pinzas.

Fito adulto, Fabiana Cantilo y Charly García, más allá de los parecidos físicos, son sorprendentemente iguales en los gestos y entonaciones; las interpretaciones son brillantes, ya que no debe ser fácil ponerse en la piel de personas vivas tan reconocidas y reconocibles. 

El reparto principal está integrado por Gaspar Offenhenden e Iván Hochman como Fito niño y adulto; Martín Campilongo como Rodolfo Páez padre; Andy Chango está a cargo de la extravagancia de Charly García; Micaela Riera es Fabiana Cantilo, segunda voz de Charly García y primer interés romántico de Páez; Julián Kartún, el Flaco Luis Alberto Spinetta; Daryna Butryk es Cecilia Roth, la chica que tenía un vestido y un amor.

En resumen, una buena serie para fans casuales de un grande de la música argentina pero que no va a complacer a los fans hardcore del rosarino. Reconozco que me sentí estafada por el título: prácticamente, no hay canciones de El Amor después del Amor.

Los ocho episodios de la serie El Amor después del Amor ya están disponibles en Netflix.