SuperGeek.cl
Síguenos:

[Reseña] "One Piece": Una travesía que logra justificarse

Tras un irregular inicio, la aventura se afirma en su misión de ser una digna adaptación de la obra de Eiichiro Oda.

La tarea era titánica al tener todo en contra. Prácticamente, todas las adaptaciones de un manga a la acción real han sido decepciones, fracasos o verdaderas atrocidades, encabezando esto último "Dragon Ball Evolution" y la reciente "Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El Inicio".

Netflix tampoco tenía los mejores antecedentes considerando los resultados de su película de "Death Note" y la cancelación de su serie de "Cowboy Bebop", por lo que saber que el siguiente paso era adaptar el longevo y querido manga "One Piece" de Eiichiro Oda parecía ser otra tragedia en ciernes.

Para tranquilidad de los mugiwaras, aquel no es el caso.

La serie live-action de "One Piece" logra ser una digna adaptación de la obra de Oda al justificar su existencia, tomando un camino propio que la aleja de ser un mero calco de lo ya visto tanto en el manga como en el anime.

El gigante del streaming y Tomorrow Studios parecen haber tomado en cuenta todas las lecciones aprendidas con "Cowboy Bebop", entendiendo que el espíritu de la obra no puede perderse en la transición a un nuevo medio.

"One Piece", tal como la obra original, respira aventura y entrega esa sensación ineludible que querer lanzarnos a una travesía en la búsqueda de nuestros sueños.

La base de la historia es la misma. "Luffy" (Iñaki Godoy, una elección perfecta) es joven lleno de optimismo, entusiasmo y alegría que se lanza a surcar los mares para cumplir su sueño de convertirse en el Rey de los Piratas. En su viaje no solo se encontrará con enemigos y muchas voces que tratan de destrozar sus ilusiones, sino que también hallará compañeros que se le unirán en una tripulación donde todos tienen una meta que alcanzar. El tesoro legendario que da título a la historia es solo una excusa para dar el vamos a esta travesía.

Aunque la serie logra afirmarse con el avance de sus episodios, le pesa bastante el no contar con un inicio sólido.

Su primer capítulo no sale de la norma, donde Matt Owens (Agents of S.H.I.E.L.D., Luke Cage) y Steven Maeda (Lost, The X-Files), showrunners y guionistas, trataron de abarcar demasiados elementos para apurar el encuentro de los primeros tres miembros de los Sombrero de Paja. El episodio es apresurado y muchas de sus actuaciones no convencen, lo que hace que el entusiasmo decaiga en su avance.

Sin embargo, todo empieza a agarrar un norte con su segundo capítulo, donde los orígenes de un personaje funcionan perfectos como hilo conductor al entrar en escena "Buggy" (Jeff Ward sorprende con su mezcla de malicia y chispa), el primer gran villano que se cruza con los Sombrero de Paja. Acá ya empezamos a notar que no todo irá como lo creíamos, tomando caminos diferentes al entender que no puede ser un traspaso literal. Sin perder, claro, el espíritu de la obra que la inspira.

Sus ocho episodios, que cuentan con cinco arcos claramente definidos, toman las bases de la Saga del East Blue -la primera del manga y anime- y mantienen lo esencial. Muchos personajes relevantes pasan a ser meros secundarios y otros adquieren enorme importancia, como "Koby" (Morgan Davies), en un viaje que toma más del manga que del anime. No suaviza lo que la animación matizó, siendo violenta y sangrienta cuando debe, y no cae en el humor gratuito. Acá las risas están, pero la emoción es la clave.

El cariño por la obra de Oda desborda en la recreación de su mundo -después de todo, el mangaka supervisó cada aspecto-, donde conviven personajes con pelo de colores, aspectos estrafalarios y poderes ridículos sin problemas. Se agradece enormemente la priorización de los sets físicos con los que los protagonistas puedan interactuar, con los efectos visuales entrando en escena cuando la situación lo requiera. El poder de fruta Gomu Gomu de "Luffy" también denota un trabajo extenso, que deja atrás cualquier prejuicio generado con el primer vistazo. Claramente, ahí no estaba terminado.

Tal como en la historia de Oda, "Luffy" es el gran corazón de la serie. Godoy confirma por qué fue la elección correcta para dar vida al chico de goma con un entusiasmo y una alegría contagiosas, que hace que todos quieran seguirlo y sumarse a su tripulación. Entre los Sombrero de Paja, los que mejor están en capturar el espíritu de sus personajes son Mackenyu con "Roronoa Zoro" y Taz Skylar como "Sanji". Saben exactamente las fortalezas de sus personajes y las aprovechan, incluso explotando sus defectos. El nulo sentido de orientación y la afición por el alcohol de "Zoro", y la actitud de mujeriego empedernido de "Sanji", todo está ahí.

Lo importante es que la tripulación funciona muy bien al estar reunida. Cada uno resulta un pilar dentro de los Sombrero de Paja y verlos luchar juntos, reír y compartir sus sueños hace que todo el viaje valga la pena. Todos son importantes, ninguno vale menos que el otro. Si ese equipo no hubiera funcionado, todo se habría derrumbado.

Aunque la travesía tiene una irregular partida, el live-action de "One Piece" logra afirmarse al tomar su propio camino, con personajes entrañables y sin perder el espíritu de aventura de la obra original. También resulta un perfecto punto de entrada para el mundo creado por Oda.

Ya estamos a bordo. Ahora, a esperar que este viaje continúe por mucho tiempo.

"ONE PIECE" ya está disponible con todos sus episodios en Netflix.