Estados Unidos retrocede y ablanda veto a Huawei
Pero es con condiciones, obvio.
Desde que el gobierno de Donald Trump comenzó su ofensiva contra China, la empresa más perjudicada ha sido Huawei que desde hace un año y medio ve como cada vez se le cierran las puertas que en la actualidad la tienen en la UCI tanto en su negocio de la expansión del 5G como en la división de teléfonos móviles, donde en pocos años se convirtió en actor relevante incluso alcanzado el primer lugar de ventas en la primera mitad de este fatídico 2020, el que por supuesto ya perdió a manos de Samsung.
El primer golpe fuerte que recibió fue la prohibición de trabajar con Google, lo que lo ha hecho lanzar equipos sin sus servicios, lo que a la larga ha ido bajando sus ventas. Intentó reponerse acelerando el robustecimiento de su propia tienda de aplicaciones, la App Gallery, y más recientemente presentando su solución para mapas y más. Pero Estados Unidos atacó nuevamente y se fue directo a la cadena de fabricación, por lo que ya no tiene la posibilidad de trabajar junto con TSCM, parte fundamental para los procesadores de alta gama Kirin.
Pero eso estaría por cambiar luego que el gobierno estadounidense se abriera a la opción de que empresas fabricantes de estos chips puedan trabajar con Huawei aunque con una condición: que estos no sean compatibles con tecnología 5G, es decir, solo podrían proveer suministros para la fabricación de equipos 4G/ LTE, que es la conexión de internet móvil que domina el mundo.
Según lo expresado desde el gobierno de Trump, las solicitudes de ventas que pidan las compañías para trabajar con Huawei no serán consideradas prohibidas si se demuestra que no son para utilizarse bajo el 5G, algo que no suena tan mal sobre todo pensando en el lento avance que ha tenido esta tecnología, pese a que cada vez hay más smartphones con la capacidad de conectarse a estas redes, incluyendo los últimos presentados por la propia empresa china.
Este sería el indicio más importante de una flexibilización del veto contra Huawei, que hace unos días ya había recibido la buena noticia de que Samsung, Omnivision y Sony podrán seguir fabricando las pantallas de sus smartphones y anteriormente ya logró autorización Intel, AMD y Microsoft para trabajar junto a la división de computadores portátiles de la marca china. ¿Será el retorno de Google el siguiente paso?