SuperGeek.cl
Síguenos:

[Análisis] Moto Razr: A no confundirse con la gama alta

Probamos el smartphone plegable de Motorola y esto es lo que nos pareció.

Los teléfonos plegables aún están muy lejos del alcance de la gran mayoría de los bolsillos pero a medida que más compañías van sacando sus modelos, los precios tienden a ir bajando, algo que se agradece pues permite que más personas puedan acceder a esta por ahora exclusiva tecnología.

Y durante unos días tuvimos la posibilidad de probar uno de estos dispositivos, más precisamente el Moto Razr, el modelo 2020 del clásico equipo clmashell que aquí en Chile fue bastante exitoso pero más bien conocido como V3. Esta versión plegable mantiene las líneas generales del antiguo y vaya que hace recordar aquellos tiempos.

Algo que es para destacar inmediatamente es la pequeña pantalla que queda operativa con el equipo cerrado. Y decimos operativa porque a diferencia de su competencia directa, el Galaxy Z Flip de Samsung, sí se le puede dar un uso bastante avanzado en tan solo las 2.7 pulgadas de tamaño que tiene. No está ahí para cumplir solamente.

Si lo abrimos o estiramos, nos encontramos con una pantalla de 6.2 pulgadas en la que poco se nota el doblez del centro y permite tener un celular casi normal, solo que más delgado. En cuanto al trabajo de bisagra, hay que explicar que ésta no solo hace que la pantalla se doble y ya, sino que además permite que se deslice sutilmente hacia abajo, lo que ayuda a que no queden aberturas en la que puedan meterse objetos y dañar la pantalla.

Ahora bien, hay que explicar que no tienes la opción de medio doblar para usarlo como por ejemplo una especie de soporte; no, aquí o lo abres o lo cierras sin medios puntos, sin medias tintas. Y está bien porque al ser una pantalla delgada es un despropósito ver multimedia por largo tiempo, por ejemplo, aunque sé que varios podrían discutir este punto. Cuestión de gustos.

En cuanto a su rendimiento, tenemos el Snapdragon 765G acompañado de 8GB RAM y 256GB de almacenamiento, lo que lo hacer ser un equipo que va a cumplir sin problema alguno con las tareas del día a día. No tenemos que pedirle más porque simplemente no es para eso. El equipo cumple, te deja jugar un par de juegos semi pesados sin problemas y listo.

De las cámaras no hay mucho que decir puesto que están y cumplen. La principal de 48MP toma buenas fotografías para lo que es y para videos fijos y cortos sirve sin problemas. La delantera para selfies y no mucho más. Te equivocas si quieres elegir este equipo por sus cámaras, porque no es el foco.

Sobre la autonomía, debo decir que la encontré acotada alcanzando a llegar justo a cargarlo en la noche y con un uso semi intenso. Imagino que será por su construcción esto de la batería pero la verdad es que no me aproblemó cargarlo al dormir. Igualmente acepta carga semi rápida y ayuda un poco.

Este es un equipo que apunta a otro segmento y no, no es un gama alta por más que su precio sobrepase el millón de pesos (1.299.990). Aquí lo que se paga es una tecnología nueva que permite doblar una pantalla y se combina con el factor nostálgico que la mayoría de las veces tiene un buen resultado. En este punto no puedo dejar de nombrar el modo Razr V3 que te transforma el teléfono en el equipo lanzado hace más de una década y que fue el que inspiró todo esto sumándole el clásico gesto de cerrar para cortar.

Con todos estos detalles la decisión es clara: No esperes un equipo gama alta ni por procesador, ni cámara, ni batería ni por otros chiches como la carga inalámbrica, porque no lo es. Lo que sí es este Razr es un teléfono plegable muy bien resuelto y que usó uno de sus modelos más icónicos para impulsarlo. Que no se preste para confusión.