SuperGeek.cl
Síguenos:

¿Qué significan las protecciones IP66, IP68, IP69 y IP69K en tu smartphone?

Aquí te lo aclaramos.

En el mundo de los smartphones, las certificaciones IP se han convertido en una garantía de resistencia que muchos usuarios buscan antes de elegir su próximo dispositivo. Pero entre tanto número y letra, ¿qué significa realmente que tu smartphone tenga certificación IP66, IP68, IP69 o incluso IP69K?

De partida, estas siglas vienen de “Ingress Protection” o “Protección contra Ingreso” e indican el nivel de defensa que tiene un equipo frente al polvo y al agua, en definitiva lo que tu teléfono móvil puede soportar en el día a día.

La primera cifra de la certificación IP se refiere a la protección contra sólidos, como el polvo, y va del 0 al 6. La segunda cifra indica la resistencia frente a líquidos, y puede ir del 0 al 9K. Por ejemplo, un smartphone con IP66 está completamente protegido contra el polvo y puede resistir chorros potentes de agua, como los de una manguera.

En cambio, un equipo con IP68 no solo bloquea el polvo, sino que también puede sumergirse en agua dulce por períodos prolongados, generalmente hasta 1.5 metros de profundidad durante unos 30 minutos. Esta es la certificación más común en teléfonos de gama media y alta.

Ahora bien, al hablar de IP69 estamos subiendo el nivel porque esta certificación implica que el dispositivo puede soportar chorros de agua a alta presión, lo que lo hace ideal para entornos industriales o situaciones extremas y esta misma es la que está poniéndose de moda entre los últimos lanzamientos.

Pero si el teléfono tiene IP69K, entonces estamos ante un verdadero tanque porque no solo resiste agua a presión, sino también a temperaturas elevadas, como 80°C. Esta certificación es poco común en smartphones, pero ha comenzado a aparecer en algunos modelos pensados para usuarios exigentes o profesionales que trabajan en condiciones adversas.

Eso sí, es importante aclarar que ninguna certificación IP garantiza protección frente a agua salada, jabón, químicos o inmersiones prolongadas fuera de los parámetros establecidos. Así que, aunque tu teléfono tenga IP68 o IP69K, no es buena idea llevarlo a nadar al mar o lavarlo con detergente. Y sí, si se te cae al WC, la certificación ayuda… pero no hace milagros.