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Elon Musk, X y el odio contra el odio al odio
Parece un juego de palabras, pero es así.
Elon Musk está a punto de demandar a un grupo que monitorea el discurso de odio en internet y que acusó a X (ex Twitter) por no hacer nada para contenerlo.
Se trata del Center for Countering Digital Hate (Centro para la Lucha contra el Odio Digital), que indicó en la misma X que Musk "ha declarado ser un absolutista de la libertad de expresión, pero está usando a sus abogados para intentar silenciar" a la organización.
La organización aseguró en un estudio que Twitter no ha tomado medidas contra el "99 por ciento del odio emitido por los suscriptores de Twitter Blue".
Según ellos, "la plataforma permite romper sus normas con impunidad e incluso está potenciando sus tuits tóxicos mediante algoritmos". Algo así como "con tal de que paguen, les permito todo".
Twitter... perdón, X, dice que esto es mentira y que los perjudica.
Le están midiendo el nivel de tolerancia a Elon.
La relación de Musk con la X es de larga data: X.com era el nombre original de la plataforma de pagos Paypal que él fundó; está en el nombre de su compañía SpaceX; en el nombre de uno de los modelos de Tesla; en el nombre de su compañía de inteligencia artificial, xAI, y hasta forma parte del nombre de uno de sus hijos, X Æ A-12.
Tantos cambios han asustado a las empresas que se publicitan en la red -que es el principal ingreso de la plataforma-, lo que le ha costado a la empresa una caída en picado de sus ingresos por publicidad. Al mismo tiempo, en medio de una falta de confianza, Meta (empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, que también cambió de nombre el año pasado) lanzó en julio pasado Threads, una red social muy parecida a Twitter.