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Reino Unido oficializó su veto a Huawei por el 5G

Toda la infraestructura de la empresa china tendrá que reemplazarse antes de 2027

Una nueva arista tomó el caso de la seguridad de la información que tiene a Estados Unidos de cabeza contra Huawei, al que acaba de sumarse el Reino Unido, quien si bien no limitó la venta y el uso de los aparatos móviles de la empresa china, avisó que no contarán con su tecnología para la expansión de las redes 5G.

Esta confirmación llega después de unas semanas en que el primer ministro Boris Johnson deslizara que podía haber una pronta definición al respecto, sobre todo desde que el gobierno de Donald Trump aumentara las restricciones a las empresas de tecnología de su país.

Y tal definición llegó este martes cuando en una sesión de la Cámara de los Comunes, el ministro de Cultura, Digital, Deportes y Medios de Comunicación, Oliver Dowden, señalara que toda la infraestructura dispuesta por Huawei para el desarrollo de la red 5G deberá ser eliminada del territorio británico en un plazo máximo de siete años.

La razón esbozada por Dowden tiene relación con la última medida estadounidense que amplió sus restricciones hasta restringir la venta de chips fabricados por empresas del país, lo que supone “una limitación a Huawei de producir productos importantes, generando incertidumbre en torno a la cadena de suministro”.

Por esto, según el ministro, “el Reino Unido no tiene la confianza de poder garantizar la seguridad del futuro equipamiento 5G de Huawei”. En fácil, el temor se debe al que no poder comprar esas partes a empresas estadounidenses, Huawei se vería obligado a generar sus propios procesadores y ahí las dudas sobre seguridad aumentarían al depender todo el proceso exclusivamente de ellos.

La medida comenzará a regir desde finales de este año, cuando se apruebe la ley de seguridad en las telecomunicaciones. A partir de ese momento, las empresas no podrán comprar ningún equipamiento 5G de Huawei pues será ilegal.

El gobierno británico aprovechó el mismo anuncio para reconocer que la medida contra la empresa china significará un retraso en el desarrollo de las comunicaciones del país promediando entre dos y tres años el desarrollo de la red de alta velocidad. Además, aumentará el costo de su implementación en aproximadamente dos mil millones de libras esterlinas (poco más de 2.200 millones de euros).

Ante el inminente anuncio, los operadores telefónicos británicos advirtieron que sacar a Huawei podría provocar un “Black out” en las redes de comunicación, por lo que no están de acuerdo con la medida. Sin embargo, el gobierno británico siguió adelante pero consideró la opinión de las operadoras y fijó un plazo máximo de siete años para reemplazar los ahora cuestionados equipos.