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[Reseña] "Barbie": Crisis existencial en clave rosa

Una versión actual, rosada, brillante y de plástico del clásico "Pinocho".

Desde que Mattel y Warner Bros. Discovery dieran el vamos definitivo a la producción de la película de la icónica muñeca, la rueda de rosa y glitter no dejó de girar por el mundo.

Y fue tal el impacto que generó su campaña de marketing que ese fantástico primer teaser tráiler que homenajea a "2001 Odisea en el Espacio" se transformó en la primera secuencia de la cinta, invitando al público a Barbie Land y abriendo las puertas -que no tiene- de la Casa de Ensueño, un lugar donde todo, todos los días, es perfecto… hasta que "Barbie" tiene una crisis existencial.

Y es en ese mundo con trabajos increíbles y ni una preocupación en el horizonte, que nuestra protagonista "Barbie Estereotípica" (se identifica así para diferenciarse del resto de las "Barbies" y sus profesiones), interpretada por Margot Robbie (Suicide Squad, Babylon), intenta buscar el sentido de la vida luego de que, en un hecho sin precedentes, se da cuenta de que a pesar de que puede ser y hacer todo, no tiene identidad y piensa en la muerte, el agua de la ducha sale fría, quema su desayuno y sus talones tocan el suelo.

En la tierra de "Barbie" no solo viven las muñecas, sino también los "Ken" (y "Allan". Solo hay un "Allan"), no tienen Casas de Ensueño y solo se dedican "a playear". No a nadar, no a surfear, no a salvar vidas: simplemente, "a playear".

El único trabajo de "Ken" es ser un accesorio más para "Barbie" y, al no tener más ambiciones que estar con la muñeca 24/7, el "Ken" interpretado por Ryan Gosling (La la land, Blade Runner 2049) quiere que la "Barbie "personificada por Robbie se fije en él, solo en él y en ningún otro "Ken", por lo que lucha constantemente por llamar su atención.

Su único sueño es estar a su lado, ya que el empaque lo dice: son "Barbie" Y "Ken", demostrando así que el muñeco tiene una relación de codependencia emocional rayando en lo tóxico con "Barbie", pero ella, a pesar de tener la posibilidad de ser todo, quiere más.

Y ahí llega un nuevo problema: ¿Por qué "Barbie", en su vida perfecta en un mundo perfecto, no es feliz?

Las respuestas a estas preguntas se encuentran luego de una secuencia de elección bastante "Matrix" con "Barbie Rara" (Kate McKinnon) como una suerte de "Morpheus", quien incita a nuestra protagonista a abrazar la aventura y cruzar el camino de baldosas rosa que lleva al mundo real, donde Greta Gerwig (Lady Bird, Mujercitas) y compañía, con una sutil pero marcada sátira, logran encapsular la discusión sobre el deber ser que se nos otorga al momento de nacer -o, en este caso, al salir del empaque- mezclada con un poco sobre lo que histórica y actualmente significa ser mujer en una sociedad donde, a pesar de que se avanza cada vez más en temas de género, no es tan fácil desenvolverse como tal.

Ya lo nota "Ken" cuando llegan a California: los hombres controlan todo y la atención que recibe al patinar se siente fenomenal, ¿por qué eso no es así en Barbie Land? ¿Por qué "Barbie" se siente incómoda con que los hombres la miren y piropeen?

Encontrar sus lugares en la nueva narrativa que van construyendo trae drama y confusión, pero, por sobre todo, risas. Hay un muy bien equilibrio de chistes y conflicto en el guión escrito por Gerwig y Noah Baumbach (Historia de un Matrimonio) que, desgraciadamente, pierde fuerza hacia el cierre de los arcos y la conclusión de la trama que, en pocas palabras, puede explicarse como una "Pinocho" de plástico. "Barbie" tomó su decisión, y está lista para vivir con ella.

La cinta presenta una estética marcada por colores muy saturados y formas geométricas simples -la misma que ha acompañado a la muñeca más a o menos desde la década de los ochenta-, y se nota el gran esfuerzo del equipo por crear escenografías que cumplieran con la visión de la directora. Fueron tantos los escenarios que se construyeron para la película que en 2021-22 hubo escasez mundial de pintura rosada y, al menos desde el apartado visual, valió mucho la pena.

La fotografía de Rodrigo Prieto (El lobo de Wall Street, The Irishman) se luce gratamente en los diferentes tonos de rosa y outfits de los protagonistas. Kudos también al vestuario a cargo de Jaqueline Durran (Anna Karenina, Mujercitas), queda absolutamente de manifiesto cuanto tiempo y dedicación hubo en la investigación sobre sobre los icónicos trajes de la muñeca. Además, agregar el golazo que fue la alianza con Impala para desarrollar los patines y protecciones de "Barbie" y "Ken" (aún no están disponibles en Chile y, cuando lo estén, los precios van a ser desorbitantes).

La música también merece distinción especial, ya que encapsula muy bien el espíritu y el universo de los juguetes y, por consiguiente, de la obra.

Inicialmente iba a estar a cargo de Alexandre Desplat (Mujercitas), pero, por problemas de agenda, la labor recayó en el productor y creador de hits pop Mark Ronson junto a Andrew Wyatt. Mientras esperamos que salga el disco de la banda sonora, por el momento hay una playlist oficial de canciones que inspiraron la banda sonora, curada por el mismísimo Ronson.

El elenco también cuenta con Issa Rae, Hari Nef, Alexandra Shipp, Emma Mackey, Sharon Rooney, Dua Lipa, Nicola Coughlan, Ana Cruz Kayne y Ritu Arya como "Barbie"; Kingsley Ben-Adir, Simu Liu, Scott Evans, Ncuti Gatwa y John Cena como "Ken"; America Ferrera, Will Ferrell, Rhea Perlman, Ariana Greenblatt, Jamie Demetriou, Connor Swindells como humanos; Michael Cera como "Allan", el amigo de "Ken", y​ Emerald Fennell como "Midge"​, la descontinuada "Barbie" embarazada.

Finalmente, Helen Mirren es "La Narradora" y, además, Barbara Handler, la "Barbie" original, aparece con un adorable cameo como ella misma.

"Barbie" cuenta con un metraje de 114 minutos, ya se ha estrenado y está disponible desde este jueves en las salas de cine de todo Chile.