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[Reseña] ¡Doona! - Cuando la fama puede acabar contigo

Revisamos uno de los estrenos coreanos más destacados de Netflix.

¡Doona!, reciente estreno coreano en Netflix, nos explica en corto cómo es la vida de una cantante de k-pop. Sus sombras más que luces, dando cuenta que es mucho más que sacrificio lo que cada idol pasa para llegar al estrellato y mantenerse ahí.

En esta emocionante aventura cotidiana de la mano del director Lee Jung-hyo, reconocido por la exitosa Aterrizaje de emergencia en tu corazón -que ya comentamos por acá-, nuestra protagonista se cruza con un estudiante universitario, Lee Won‑jun, cuya curiosidad lo lleva a indagar en la vida pasada de la retirada cantante y los motivos detrás de su decisión de abandonar los escenarios.

Inevitablemente entablarán una relación amorosa, pese a comenzar de la peor forma posible: ella cree que él es un fan acosador por andar con un polerón de su ex grupo y él no la reconoce para nada y, por ello, pierde un buen empleo debido al olor a cigarros que la artista le deja.

Tomando como inspiración el popular webtoon "La chica de abajo (¡Doona!)", esta adaptación es protagonizada por Bae Su-ji, más conocida como Bae Suzy, quien es una cantante, actriz y modelo surcoreana. Realizó su debut en la industria musical como integrante del grupo femenino Miss A en 2010 y, al año siguiente, comenzó su carrera como actriz protagonizando la serie de televisión Dream High. Ella sí sabe las implicancias que conlleva ser una idol en Corea, más que su co-protagonista Yang Se-jong, que es actor y modelo.

La serie comienza bien al mostrarnos a una protagonista agotada y sin nada que hacer, representando el clásico estereotipo de la niña rica que puede estar sin hacer nada durante todo el día. Claro, eso porque aún sabemos el porqué de esta situación.

Doona, al estar aburrida en una casa compartida con chicos universitarios, comienza a salir con Won-jun y llegan a entablar una relación pasional.

Él es un joven muy estudioso y quiere ser el mejor en su área para ayudar a su madre y hermana enferma, debiendo dejar su pueblo de origen para estudiar en una gran universidad. Cuando llega a la residencia en donde se quedará, conoce a Doona sin sospechar que era una persona del entretenimiento. Y eso que su mejor amigo la idolatraba y tenía imágenes de ella por todas partes. ¡Ni con ese dato la reconoció al inicio!

Al comenzar la relación con Won-jun, Doona ya no se muestra a la defensiva. Al contrario, revela su faceta más atractiva y dócil.

En la trama también aparecen dos amigas del joven universitario que tienen sentimientos hacia él, ambas con personalidades completamente diferentes. La aparición de ellas nos recuerda que, aunque estén al lado del protagonista y hayan vivido su niñez y adolescencia junto a él, no siempre todo tiene su tiempo y espacio para decantar y ver realmente a dónde quieres llegar y qué persona quieres tener a tu lado. Todos maduramos, y los amores de juventud también. Je je je.

Mención especial a los compañeros de casa de Won-jun, que nos alegran cada vez que salen y que nos muestran también que el amor duele, a veces más de lo que creemos, o nos pega sin avisar.

Acá entro en una observación algo fuerte: cuando aparece el mánager de Doona, In-wook, inmediatamente me generó repelús. Al avanzar la serie, vemos claramente que Doona tenía muy corta edad y él le dio su número para que lo llamara para hacerla idol. Ella, para salir de una relación toxica con su madre, se va con él, siendo aún menor de edad. Sí, vi las red flags todo el tiempo: si Doona se enamoró de este hombre mucho mayor, es CLARAMENTE PORQUE LA MANIPULÓ.

La vio como presa fácil, sola y sin redes de apoyo, perfecta para traerle ganancias económicas. ¡Vamos! Eso es lo que me dejo con peor sabor de boca, ya que -imagino- debe ser pan de cada día allá en Corea con estos "busca talentos". Esperemos que no sea siempre así…

Cuando reaparece este mánager en la vida de Doona y ella decide darse una nueva oportunidad en el amor y sobre los escenarios, Won-jun se siente decepcionado tanto por el mánager de la artista y por cómo ella lo abandona y se va con él sin dudar, decidiendo mudarse a otro departamento para concentrarse en sus estudios.

Cuando Doona le explica a Won‑jun que deben mantener su romance en secreto por órdenes de MSA Entertainment, el joven estudiante promete apoyarla, pero la distancia y los celos no tardan en arruinar su relación. Won‑jun decide cumplir el servicio militar y termina su romance con Doona.

Pasa el tiempo, y podemos ver cómo los otros amigos de la casa se enfocan también en avanzar y establecerse ya en el mundo adulto, pero sin dejar de verse y contarse sus día a día, aunque ya no vivan en la misma casa. Y observamos también cómo Doona ha vuelto a los escenarios y a su vida de idol, pero siempre que llega a un lujoso hotel o a su casa está triste o llorando. Se da cuenta de que sacrificó algo muy importante, pero ella igualmente ama cantar, aunque tenga mucho que hacer, eventos a los que asistir y un largo etcétera.

Dos años más tarde, Won‑jun se muda a un nuevo apartamento y se concentra en estudiar, mientras que la fama de Doona aumenta y, con ello, su confianza en sí misma. Al reencontrarse, la artista le reclama por no luchar por su amor y él se disculpa por rendirse. Al final, cada uno sigue un camino diferente.

Aunque muchos fans del k-drama creen que es un final abierto y que podría haber una segunda temporada, en mi opinión es perfecto. Es como la vida misma: ella nunca dejará de ser idol, siempre estará en boca de todos, y él no se siente a su altura. Es más humilde y no le interesa estar en su mundo.

La escena final es clave, cada uno caminando por lados contrarios. La vida puede crear universos paralelos con gente que has conocido. Si no están en la misma sintonía, aunque hayan estado juntos, es mejor agradecer por haberla conocido y seguir tu camino.

Todos los episodios de ¡Doona! ya están disponible en Netflix.