[Reseña] "Misión Imposible: Sentencia Mortal Parte 1": Una saga que sigue aspirando a más
La séptima entrega de la franquicia encabezada por Tom Cruise está varios pasos por delante al lograr anticiparse al escenario actual de la industria del cine.
Hay algo que no se puede negar de la franquicia de "Misión Imposible" y es el lograr que cada entrega cinematográfica sea mejor que la anterior. Fue en la tercera película donde empezó a notarse el cambio de rumbo, sentando elementos que serían claves a futuro, para finalmente agarrar vuelo desde "Ghost Protocol".
Es ahí donde se entendió el camino a seguir, uno que no ha decepcionado hasta ahora. Más aún, no deja de sorprender porque apuesta cada vez más alto. Sigue aspirando a más y, en tiempos en que todo parece ser igual, logra ser única en su tipo. Una franquicia de acción con identidad propia.
Es cine de autor en la escala de superproducciones y pocos pueden darse el lujo de decir que son eso.
"Misión Imposible: Sentencia Mortal – Parte 1" (Mission Impossible: Dead Reckoning – Part One) vuelve a ser la prueba de aquello. Un sello de calidad que pareciera inquebrantable.
En la séptima aventura de Tom Cruise como "Ethan Hunt", el mejor agente de la Fuerza de Misión Imposible (IMF, por sus siglas en inglés) no solo debe combatir a una amenaza que viene desde su trágico pasado -del cual poco y nada sabemos-, sino que también él y su equipo harán frente a una fuerza llamada "La Entidad". Este enemigo está en todo y en todas partes. Y sabe perfectamente cómo hacer daño a quienes se pongan en su camino.
Ya son 27 años a la cabeza de la franquicia desde la primera entrega dirigida por Brian De Palma que abrazaba el tono hitchcockiano, con Cruise siendo más que el niño bonito protagónico. Delante y detrás de la cámara, ha dado todo de sí para que el espectáculo no agote. Desde su alianza con Christopher McQuarrie, director y guionista que ha sido clave del éxito y persistencia de la saga, la dupla ha logrado entregar sólidas películas donde cada elemento resulta clave para que el mecanismo funcione de manera impecable.
"Sentencia Mortal" es una película en la que las secuencias de gran espectacularidad, desde una persecución por Venecia, donde la música la ponen los motores, los derrapes y los disparos, a un clímax fantásticamente caótico dentro y fuera de un tren, están hiladas con maestría en una historia donde la tensión es palpable. La amenaza es tal que nadie pareciera estar a salvo. El riesgo es real.
Hay un momento en el que "Hunt" dice no aceptar que la misión sea más importante que sus seres queridos. Ese aspecto es clave tanto dentro de la trama, que busca herir a "Ethan" donde más le duela, como para el espectador que está al borde del asiento. Se logra algo que muchas superproducciones anhelan: que nos importen los personajes. El espectador es uno más del equipo.
Sin alcanzar la cima como lo hizo en "Fallout", Lorne Balfe logra grandes momentos musicales al capturar esa atmósfera opresiva que alberga en toda la película a raíz de la amenaza presente, esa que está en todo y en todas partes. Porque acá es Cruise y la vieja escuela contra el rápido avance de la modernidad.
Es demostrar que esta forma de hacer cine blockbuster no puede lograrse con la máquina, que nunca podrá replicar el entusiasmo de concretar algo espectacular de forma real y que, en este caso, ha llevado a su protagonista a arriesgar su vida una y otra vez para entretener a su audiencia.
Ahí está el mayor valor de esta película, el haberse anticipado al actual escenario que enfrenta la industria en su conjunto con huelgas de guionistas y actores donde el mayor enemigo resulta ser el algoritmo. Eso ya la pone varios pasos por delante, sorprendentemente premonitoria. Aunque le hubiera mejorado bastante ser menos expositiva, esto último podría ser un factor a favor de cara a la próxima película para ir de lleno a lo importante.
El elenco sigue tan sólido como en "Fallout", donde Cruise -tanto dentro como fuera de la pantalla- intenta sostener todo para no perder lo que quiere. Siempre prefiere poner en riesgo su integridad antes que las de sus compañeros y eso el enemigo lo sabe. Ving Rhames tiene sus momentos, Simon Pegg continúa encantando, Rebecca Ferguson merecía más foco y la incorporación de Hayley Atwell como una ladrona llamada "Grace" da renovado aire al presentarse como alguien fuera de lugar dentro de toda esta intriga. Aunque el villano de Esai Morales está bien, es Pom Klementieff quien sobresale al decir todo con la mirada y los gestos. Bienvenido también es el regreso de "Eugene Kittridge", con un Henry Czerny que se siente a gusto de vuelta.
A "Sentencia Mortal" le pesa que sea la "Parte Uno" de una historia completa y que existan aspectos tanteados que recién serán explorados en la próxima entrega, pero al menos tiene un arco clave que cierra. Aquello ayuda a que la espera por la "Parte 2" -que podría ser aún más larga con las actuales huelgas en Hollywood- sea más tolerable.
"Fallout" es mejor película, pero puede que aquello cambie más adelante al tener el conjunto completo de "Sentencia Mortal". Después de todo, la misión es una sola: demostrar que la realidad sigue siendo superior al algoritmo.
"Misión Imposible: Sentencia Mortal - Parte 1" ya está en los cines de Chile y Latinoamérica.