"Sayen": Ficción nacional basada en hechos demasiado reales
Weichafe.
Fábula Producciones y Amazon Prime Video nuevamente unieron fuerzas (La Jauría, Los Sobrevivientes: Colonia Dignidad, Desconectados) para realizar una producción local.
En esta ocasión se trata de "Sayen" –del mapudungun luna-, primera película de una trilogía de acción chilena original para la plataforma de streaming, disponible desde el 3 de marzo para 240 países.
Dirigida por Alexander Witt (Resident Evil: Apocalypse) y con un elenco liderado por la actriz de origen mapuche Rallen Montenegro (Inés del Alma Mía), Arón Piper (Elite), Roberto García Ruiz (La Casa de Papel), Alejandro Trejo (Taxi para Tres), Loreto Aravena (Los '80), Eduardo Paxeco (Una Mujer Fantástica), Teresa Ramos (Antofagasta), Roberto Cayuqueo (Neruda) y Camilo Arancibia (Inés del Alma Mía), la cinta cuenta como la protagonizada vuelve a su lof -comunidad, como indica el diccionario mapudungun de la CONADI- luego de finalizar sus estudios en el mundo winka (no-mapuche) para reencontrarse con sus amigos y familia.
Pero, de un momento a otro, se ve envuelta en una serie de eventos que incluyen a una transnacional con una agenda oculta, corrupción, extractivismo y ecocidio mientras se ve obligada a luchar por su vida buscando cómo hacer justicia por su familia y su tierra a través de persecuciones, plantas medicinales, disparos y explosiones.
En esta ficción que se acerca demasiado a la realidad, Rallen Montenegro destaca tremendamente en su interpretación de la obstinada weichafe –guerrero, guerrera- que busca que "Antonio", su antagonista español y heredero de la transnacional que quiere hacer desaparecer hectáreas de pehuén, pague por sus crímenes.
Una forma interesante y actualizada de presentar una lucha de más de 500 años con el antiguo continente.
Con un metraje de 94 minutos, a lo largo de la película vemos exactamente lo que el tráiler promete: árboles, ríos y acción con poquísimas pausas que entretiene a sus espectadores con secuencias muy dinámicas pero que fallan en una sola cosa y es la elección de la musicalización.
Al menos en tres escenas fundamentales, la música elegida es absolutamente anticlimática para la secuencia que se ve en pantalla, pero se agradece tremendamente la elección de hip hop en mapudungun.
El cine chileno se caracteriza principalmente por el drama o la comedia, por lo que ver una película de acción con acento local en el verde de los paisajes de la mapu –tierra- del sur del país es algo realmente refrescante.
Las locaciones son increíbles y la dirección de arte y fotografía le hace mucha justicia a la belleza de los lugares escogidos.
Poniendo atención a los detalles, se puede notar que la producción fue hecha con dedicación y que hubo gran estudio y asesoría para el idioma (muchísimas gracias por los subtítulos en los diálogos en mapudungun) y que en el proceso de diseño de vestuario a través del tratamiento de colores, materiales, accesorios y joyería se nota un trabajo respetuoso y en conjunto con la comunidad, como el tralilonko ceremonial de "José" hecho por Melina Rapimán y el tupu con forma de luna de "Ilwen", abuela de "Sayen", de la Cooperativa de Artesanos en Plata Trawün Kimün.
En resumen, "Sayen" es una película entretenida para pasar el rato y, por sobre todas las cosas, no hay que olvidar que es una ficción. Para que no quepa duda, hay un gran disclaimer al respecto justo al final de los créditos.
Solo me queda la duda de si la persecución en motos por el bosque es un guiño a "El Regreso del Jedi" o no, pero esa es una pregunta que hay que hacerle personalmente al director, ojalá, en el estreno de las partes que vienen.