SuperGeek.cl
Síguenos:

[Análisis] Motorola G9 Play / Plus: Llegó el momento de exigir más

Probamos los dos nuevos modelos de esta icónica serie de smartphones de gama media.

Como lo hemos hablado antes, la serie G de Motorola tiene el gran mérito de ser la iniciadora de la gama media en los smartphones, trayendo características de los equipos más caros a otros de menos precio, algo que con algunos matices y tras nueve versiones sigue cumpliendo.

Y es con esto mismo que nos encontramos en esta novena entrega, esta vez con las versiones Play y Plus que en sí se tratan del mismo equipo pero que difieren en algunas pequeñas cosas que tiene el más costoso por sobre el otro. Son iguales en batería (5.000 mAh), en RAM (4GB) y en pantalla (LCD de 6.8 pulgadas), aunque el Play tiene un notorio notch con ubicación de cámara central mientras que el Plus es un "todo pantalla" con la cámara delantera alojada en el costado.

Las diferencias están primero en el procesador puesto que el Play cuenta con Snapdragon 662, mientras que el Plus tiene la misma marca pero el modelo 730G que cuenta con algunas características que fortalecen el gaming, que se agradece montones pero ya sabemos que son para jugadores no profesionales.

El procesador distinto es el causante que el Plus tenga una configuración de cámara mayor (cuatro en total), con una principal de 64GB, una ultra gran angular de 8MP, una de profundidad de 2 MP y la nuevamente bien trabajada macro de 2MP. La frontal es de 16MP. Y en general se puede decir que las imágenes las resuelve bien, el color es correcto, quizás demora un tanto en lograr un buen enfoque pero pasa inadvertido y el modo noche si bien mejora, no es de los mejores. ¿Son buenas? , pero ya lo sabíamos.

El Play reduce una cámara (no tiene ultra gran angular) y su principal entrega 48MP. Además, la delantera queda en 8MP, la mitad del anterior. Y el resultado sigue siendo bueno para el segmento, incluso mejor que otros de la categoría, haciendo la salvedad que el nocturno no es tan buneo como se plantea, pero es algo que ya sabíamos.

Por fuera hay diferencias notorias en cuanto a la ubicación de las cámaras ya que mientras el Play las tiene centradas en un cuadrado, en el Plus las vemos en una orilla y conformadas rectangularmente. Visualmente, el Play se siente y se ve más plástico, lo que no sucede con el Plus que se acerca más a diseños de gama media alta, con un material que parece cristal y sobre todo el módulo de cámaras.

Ambos equipos entregaron una autonomía que sobrepasó los dos días sin cargarlo, esto con un uso normal de redes sociales, algo de internet y música a través de audífonos bluetooth. Esta es una característica que Motorola ya ha hecho prácticamente suya y según ellos mismos señalan, se basa en lo que los usuarios piden. Pero, otra vez, es algo que ya sabíamos.

Sobre la experiencia Android no hay reparos, porque, como ya sabemos, la pureza que entrega la marca y la suma de sus clásicos gestos es algo que otras compañías no han logrado por más que maquillen el sistema operativo. En lo personal me agrada la forma en que uno puede manejar un equipo Motorola.

En resumen, podemos decir que la serie G9 presenta dos equipos con buenos resultados para el rango de precios donde se mueven (179.990 el Play y 299.990 el Plus) pero no hay nada de novedad al respecto y desde nuestro punto de vista es algo que termina siendo grave. Esto principalmente porque hay más marcas que están apostando fuerte no solo en cuanto a precio sino que a novedad y de seguir por este camino, Motorola perfectamente puede dormirse en los laureles. Y ojo con esto ya que se sabe que próximamente llegarán al mercado móvil al menos un par de nuevos actores y de los interesantes.

También llegó la hora de pedir algo más, que se atrevan a algo más. Quizás en Motorola consideran que no es el momento de traer un gama alta, pero al menos ya están en condiciones de sumar un modelo que vaya hacia allá, un semi alta si lo quieren llamar así. Partir por el Edge, por ejemplo, para quienes buscan algo más, en un precio no tan elevado. De otro modo, seguimos en lo mismo y ya saben lo que pasa cuando el camarón se duerme.