Sonic tiene nuevos amigos: SEGA compró el estudio tras Angry Birds
La japonesa con todo al mercado de los videojuegos para móviles.
Desde hace un tiempo que se venía rumoreando y finalmente sucedió. SEGA ahora es oficialmente propietaria de Rovio, el estudio tras el tremendo Angry Birds, el videojuego de los pájaros enojados que despuntó en los smartphones y que incluso tuvo un salto a la pantalla grande con dos películas hasta ahora.
La compañía japonesa desembolsó 775 millones de dólares, algo así como seiscientos veinte mil millones de pesos chilenos, bajo la justificación de expandirse en el mercado de los videojuegos para teléfonos móviles. “El objetivo a largo plazo de SEGA ha sido acelerar su expansión en este campo”, explicó la firma a través de un comunicado.
Según la visión de la compañía japonesa, este mercado proyecta un crecimiento de más de 260 mil millones de dólares hacia 2026, por lo que esta adquisición de Rovio responde a la idea de fortalecerse en este ámbito, aprovechando la experiencia de la firma que supo llevar la batalla entre pájaros y cerdos a otro nivel.
Y obviamente hay que quedar muy atentos con nuevas apariciones de Angry Birds ya sea en formato de series para la televisión (seguro que cierran algo nuevo vía streaming) o también con un regreso a la pantalla grande con una tercera película luego del último exitoso estreno que tuvo lugar ya en un lejano agosto de 2019. Y SEGA sí que está en condiciones de embarcarse en esa misión, sobre todo después de los exitazos en que se transformaron Sonic y Sonic 2.