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[Reseña] "Guardianes de la Galaxia Vol. 3": Una última vez, con emoción

Una correcta despedida, que tiene a "Rocket" como alma y centro de una historia mucho más íntima de lo que se anticipaba.

Desde el inicio, uno sabe que esto es una despedida. La animación del logo de Marvel Studios está completamente dedicada a los integrantes de los "Guardianes de la Galaxia", aquel grupo de queridos inadaptados que lograron encontrar su lugar en un universo que siempre los necesitó, sin saberlo.

Al fondo empieza a sonar una versión acústica de la emblemática "Creep" de Radiohead que da el tono perfecto a una historia que resulta mucho más íntima de lo que se anticipaba y más lineal de lo que se hubiera podido pensar. Es un correcto adiós para estos personajes de tercera y cuarta línea que prácticamente nadie conocía y que saltaron hasta las grandes ligas gracias a su primera entrega encabezada por James Gunn, ganándose el cariño de los aficionados de este universo y abriendo el camino a las épicas espaciales.

Es el desenlace para la formación original de los "Guardianes", pero, como bien sabemos, el final también es un comienzo.

"Guardianes de la Galaxia Vol. 3" (Guardians of the Galaxy Vol. 3) transcurre inmediatamente después de los eventos del Especial de Navidad, con el equipo en Knowhere poniendo los pilares a su hogar mientras "Peter Quill" (un Chris Pratt mucho mejor que en las anteriores entregas) ahoga las penas en el alcohol por la pérdida de "Gamora" (Zoe Saldaña). Después de todo, la que habita en el actual universo no es la misma que ellos conocieron.

Cuando un peligro golpea con fuerza a esta familia, los "Guardianes" corren contra el tiempo para salvar la vida de uno de los suyos. Un viaje que los pondrá cara a cara con el megalómano "Alto Evolucionador" (Chukwudi Iwuji), quien quiere recuperar una de sus creaciones a cualquier costo: al propio "Rocket" (Bradley Cooper).

A diferencia de las anteriores aventuras del equipo, y de su participación en las entregas de "Los Vengadores", la misión es completamente personal e íntima. Es ir al rescate de uno de los suyos, lo que permite poner al centro a "Rocket" y explorar su trágico pasado, aquel del que siempre ha huido y del que jamás ha hablado.

Esa exploración nos entrega algunas de las secuencias más emotivas de la franquicia, con personajes a los que no tardamos en agarrar cariño bajo un espíritu animalista que no se esconde. Acá, Gunn y su equipo golpean fuerte, cuando menos lo esperamos.

Con el resto del equipo centrado en salvar a su amigo, afloran las personalidades de todos y el crecimiento tenido a lo largo de toda la saga. "Mantis" (Pom Klementieff) y "Drax" (Dave Bautista) ya crecieron gracias al Especial de Navidad, pero acá en donde despliegan sus personalidades y el valor que tienen para el equipo, y para ellos mismos. "Star-Lord" siente de cerca la misión al sentirse culpable por permitir lo ocurrido, por lo que su viaje es mucho más personal, trayendo a la mesa pendientes que creía no tener.

"Groot" (Vin Diesel) se roba la película en más de una oportunidad, y en una secuencia en particular, mientras que vemos crecer a "Nebula" (Karen Gillan) hasta transformarse en quien siempre debió ser. La incorporación de la perra "Cosmo" (voz de Maria Bakalova) es un gran aporte, así como "Kraglin" (Sean Gunn) buscando su potencial y el debut de un poderoso pero aún inmaduro "Adam" (Will Poulter), quien tiene mucho potencial para crecer.

En el caso de la "Gamora" vista en esta ocasión, es una versión alternativa que aún no tiene claro cuál es su lugar en este universo distinto al que conocía. Con mucha rabia contenida y sin entender por qué los otros "Guardianes" la ven de una forma que ella no entiende, será su viaje el encontrar su posición en esta familia de inadaptados y dónde sentirse en casa.

Por separado, cada cual tiene su viaje, pero lo importante llega cuando están juntos. Verlos en acción, como equipo, es lo que nos hace ver por qué queremos tanto a este grupo de extraños héroes. Todos son importantes, ninguno sobra, cada uno tiene un momento en el que brillan y todos buscan lo mejor para el otro. Solos son fuertes, pero juntos son imparables. Juntos, son una verdadera familia.

Aunque la película desborda cariño por sus personajes, es tan solo un cierre correcto. Sí, la emoción desborda y al final aplaudimos con la celebración de lo que hace especial a los "Guardianes", pero la historia termina siendo demasiado simple para lo que representa como cierre de un gran capítulo.

Es una película donde sus personajes son mucho mejores que la propia historia que protagonizan, donde hasta la elección de canciones -un rasgo inconfundible de Gunn- se siente menos acertada con respecto a sus anteriores entregas. Si bien el humor tiene sus aciertos, hay teclas que no toca bien y no siempre da en el tono. Esa extraña necesidad de incorporar risas en un momento dramático sigue siendo, lamentablemente, la tónica de las producciones de Kevin Feige.

Lo importante es que la cinta se siente la mirada de Gunn -con algunas visuales y movimientos de cámaras muy bienvenidos-, permitiendo dar un final correctísimo a su visión de estos héroes que nunca habían sido de primera línea hasta que los presentó en su primera película de 2014. Fueron su familia por más de una década, después de todo.

Es el desenlace para estos "Guardianes de la Galaxia", pero el final también es un comienzo, uno que se observa realmente luminoso. Después de todo, la galaxia siempre necesitará a sus "Guardianes".

"Guardianes de la Galaxia Vol. 3" se estrena este jueves 4 de mayo en todos los cines, con funciones de preestreno este miércoles 3.