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[Reseña] "Scream 6" demuestra que esta saga podía dar más

Más sangrienta y brutal, sin perder el humor que caracteriza a la historia, esta sexta entrega se beneficia mucho del cambio de escenario a la Gran Manzana.

Cuando creíamos que la saga de "Ghostface" no podía dar más, el emblemático asesino enmascarado regresa golpeando (más bien, apuñalando) fuerte, muy fuerte.

La vara había quedado bastante baja con "Scream 5" -también conocida simplemente como "Scream"-, por lo que las expectativas no estaban en su mejor nivel de cara a lo que sería la sexta película de la franquicia creada por Kevin Williamson y Wes Craven.

Ahora en las manos de los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Ready or Not) y el equipo de guionistas formado por James Vanderbilt (Zodiac, The Amazing Spider-Man) y Guy Busick (Castle Rock), le dieron nueva vida a "Scream" con su "recuela" de 2022, con nuevos protagonistas y trayendo de regreso al trío sobreviviente original.

Los problemas estaban en que los rostros nuevos no eran lo suficientemente atractivos como para interesarse por ellos, los clásicos quedan relegados a un rol secundario y sus giros no eran nada de sorprendentes. Pese a ello, fue todo un éxito y permitió la rápida luz verde para la entrega que hoy nos convoca, "Scream 6".

Alejándose de Woodsboro, algo de lo que ya fuimos testigos en segunda y tercera película bajo la dirección de Craven, los eventos se trasladan por primera vez a Nueva York. Un año después la última masacre de "Ghostface", las cosas no pintan bien para sus sobrevivientes, especialmente para "Sam" (Melissa Barrera).

Mientras su hermana "Tara" (Jenna Ortega) intenta seguir adelante y disfrutar de su vida universitaria, "Sam" no puede avanzar. La revelación de su herencia y los eventos de Woodsboro la siguen persiguiendo, incluyendo una campaña de cancelación online en la que es apuntada como la verdadera asesina. Ayuda en algo la presencia en la gran ciudad de los hermanos "Mindy" (Jasmin Savoy Brown) y "Chad" (Mason Gooding), los otros sobrevivientes, pero el daño sufrido es más que físico.

Cuando la masacre de "Ghostface" vuelva a comenzar, tanto los protagonistas como el espectador no tardarán en dar cuenta de que hay algo muy diferente en esta oportunidad.

Lo que hace a "Scream" tan atractiva frente a otras sagas del cine slasher es que es consciente de lo que es. Esa es la gran diferencia. Sus personajes saben que están en una película slasher y se mueven en base a sus códigos. Es rupturista y se ríe de sí misma, jugando con los lugares comunes de este subgénero y dando cuenta de lo que significa cada entrega dentro de su universo. Al mismo tiempo, no duda en romper o torcer sus propias reglas.

Esta sexta entrega no tarda en dejar en claro de que este "Ghostface" es algo muy diferente a los anteriores y con la película reforzando los lugares comunes que componen a una "franquicia", tomándose con bastante humor esto último.

El asesino enmascarado es despiadado, no parece interesarse en las películas y utiliza todo lo que tiene a mano para concretar su masacre, incluyendo una escopeta o una escalera. Aquello remarca el concepto de que estamos ante un "Ghostface" como ningún otro.

El viaje es brutal y sangriento, con algunas de las muertes más impactantes de la franquicia. No solo en lo gráfico, sino que también en la tensión. Cuando creíamos que esta saga no podía dar más, nuevamente el espectador queda al borde del asiento y siente que todo está en riesgo.

Un factor clave para ello es el saber aprovechar al máximo el nuevo escenario que entrega Nueva York. Los callejones oscuros, las alturas y las calles neoyorquinas, todo va de la mano para dar una experiencia nueva. Ni siquiera el tren subterráneo es seguro en plena época de máscaras y disfraces. El riesgo está en cualquier parte en la Gran Manzana.

Con el foco en los cuatro sobrevivientes de "Scream 5", quienes crecen enormemente con respecto a lo presentado en la anterior entrega, la película se preocupa de dar un arco a cada uno y cerrarlo. Los secundarios no quedan atrás, destacando el regreso de "Kirby Reed" (Hayden Panettiere) y Courteney Cox como "Gale Weathers". Ambas son sobrevivientes, compartiendo aquel legado con los personajes titulares, y actúan como tales, para bien y para mal. Eso sí, quien brilla es "Gale" al contestar por primera vez el llamado de "Ghostface". Ya era hora.

Los nuevos sobrevivientes crecen con respecto a lo visto en la quinta película y son mucho más interesantes, especialmente como conjunto, permitiendo que el espectador no extrañe la ausencia de la emblemática "chica final" (final girl) "Sidney Prescott" (Neve Campbell). Eso sí, queda la duda de si podrían dar más en una eventual séptima parte.

Aún se depende mucho del pasado si lo que se busca es mirar hacia un futuro que no dependa de los personajes clásicos.

"Scream 6" demuestra que la saga sí podía dar más, con una entrega más brutal y despiadada en un escenario que no se desaprovecha, sin perder el humor que caracteriza a la meta-franquicia. Lo positivo es que se aprendió de lo que falló en la quinta película, regalándonos un capítulo sumamente entretenido que se siente novedoso cuando nadie se lo esperaba.

"Scream 6" se estrenó este jueves 9 de marzo en los cines.