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[Reseña] "Avatar: El Camino del Agua" llega a recordar que el cine sí puede ser un evento

A casi 13 años de la primera película, James Cameron logra superar nuevamente los límites de la gran pantalla con una segunda parte que nos regala un espectáculo impresionante.

Fue en 2009 que el mundo viajó por primera vez a Pandora en un espectáculo cinematográfico a un nivel que no se había visto antes. "Avatar" superó los límites de lo que se podía lograr en la gran pantalla en aquellos años y su impacto fue tal que terminó transformándose en la película más exitosa de la historia. Y aún lo es.

Aunque muchos pueden tener discrepancias, y muy justificadas, respecto a la cinta y su historia, lo que lograron el director James Cameron y su equipo es totalmente valorable por recuperar un sentimiento que se había perdido con el tiempo: el cine como evento.

Uno recuerda con absoluta claridad que ir a ver "Avatar" a una sala de cine, y en 3D, era un evento. Familias se reunían, amigos se programaban, gente que jamás había pisado una sala lo hacía por primera vez. Nadie quería perderse el evento cinematográfico del año.

Casi 13 años después, Cameron lo vuelve a hacer.

"Avatar: El Camino del Agua" (Avatar: The Way of Water) es el mayor recordatorio que nos ha dado la gran pantalla de que el cine sí puede ser un evento, y uno espectacular.

La primera de las cuatro secuelas anunciadas de aquí al 2028, con una película cada dos años, es todo lo que prometió Cameron desde que empezó a hablar de su gigantesca odisea, respecto a la cual se dijo mucho, pero nadie realmente apostó en contra.

Ha pasado más de una década desde que "Jake Sully" (Sam Worthington) se convirtió en "Toruk Makto" y lideró la batalla que permitió expulsar de Pandora a los humanos, las "personas del cielo", y su destructiva operación minera. La paz conseguida no es eterna y, más de una década después, una nueva estrella aparece en el cielo anticipando lo peor: los invasores humanos han regresado.

Pero el "Jake" de ahora no es el de hace 10 años. Como jefe de los Omatikaya y felizmente casado con "Neytiri" (Zoe Saldaña), hoy es padre de familia y la protección de los suyos es la prioridad. La amenaza de la "gente del cielo" obliga a tomar la decisión de abandonar su clan y buscar refugio en el arrecife, pidiendo santuario a los Metkayina liderados por "Tonowari" (Cliff Curtis) y la guerrera embarazada "Ronal" (Kate Winslet), los cuales viven en armonía con el mar y poseen otras costumbres a las cuales deberá adaptarse la familia que vivió todos los días en los bosques.

Pero el peligro no tardará en alcanzarlos y la batalla volverá a comenzar, en un escenario completamente diferente y con consecuencias para todos.

Si la primera película sobresalió por sus proezas técnicas, "El Camino del Agua" la supera prácticamente en todos los aspectos. Fue el propio Cameron quien había dicho en más de una ocasión que lo que buscaba era superar los límites de la gran pantalla gracias a las nuevas tecnologías de los últimos años y lo consiguió, al nivel de volver a sentir que estamos viendo algo que nunca habíamos visto antes.

Desde el impresionante nivel de detalle de los Na'vi a una increíble mejora en la interacción entre los personajes digitales y humanos, además del inteligente uso del 3D de forma que lograr justificar su regreso. No es un adorno y el equipo lo entiende, siendo una herramienta más para presentar la historia. Solo basta ver aquellas escenas bajo el mar de Pandora para justificar la entrada al cine y sentirse rodeado por sus maravillas.

Al mismo tiempo, estamos ante la mejor película en HFR (alta frecuencia de imagen). Básicamente, es una lección de cómo debe ser utilizado, dejando atrás experimentos fallidos como "Gemini Man" de Ang Lee, y prepara al espectador para responder a ella sin ser un mero adorno.

Todos estos elementos combinados hacen que en muchos momentos nos preguntemos si estamos realmente ante personajes y entornos reales o digitales y la inmersión sea absoluta, especialmente en las secuencias bajo el agua.

La historia, firmada por el propio Cameron junto a Rick Jaffa y Amanda Silver (Dawn of the Planet of the Apes, Jurassic World), entiende que estamos ante una historia que no necesita volver a presentar su mundo, por lo que no tarda en dar el vamos a la acción. Aunque se esperaba una expansión mayor de la construcción de su universo, se opta por dejar aquello para futuras entregas y centrarse en el clan Metkayina, sus tradiciones, su distinta fisiología, el ecosistema marino y todo lo que lo rodea, con Cameron sacando a relucir su amor y conocimiento por el océano. Si alguien sabe, es él.

Es ahí donde vuelve a entrar la humanidad como el gran causante de los males que destrozan para dominar y matan lo bello con tal de ganar unos millones, con secuencias dolorosas y los respectivos castigos a posteriori. Si el mensaje ambientalista era claro en la primera, acá es mucho más potente y muchísimo más cercano.

Si el factor ambiental es uno de sus pilares, el otro está en la familia. "La familia es nuestro fuerte", recuerda "Sully" constantemente, donde los suyos están por encima de cualquier misión y batalla. La película se toma su tiempo para presentarnos a cada uno de los integrantes del clan "Sully", encariñarnos con ellos y emocionarnos con su viaje. Muchos de ellos tienen más por contar, especialmente "Kiri", que la magia del cine permite ver a Sigourney Weaver como una adolescente Na'vi.

Para tranquilidad de los espectadores, es una película que cierra su historia. Por supuesto, hay elementos que serán profundizados y explorados en las futuras entregas, pero el viaje de "El Camino del Agua" comienza y termina en más de tres horas que, a decir verdad, no se sienten una vez que comienza el regreso a Pandora.

Al mismo tiempo, hay aspectos que no cierran o que no tienen un desarrollo prolijo como sí ocurre en el aspecto técnico, pero realmente no impactan al conjunto. Todo queda olvidado rápidamente al ser testigos de un tramo final -prácticamente una hora- que no da respiro y que mantiene al espectador pegado a su asiento, con varios instantes de gigantesca espectacularidad y una emoción que traspasa la pantalla. Cameron nuevamente da cátedra de cómo hacer un clímax para no olvidar.

Con temas universales y un espectáculo cinematográfico de increíble altura, bienvenido sea el regreso a Pandora. Ya queremos saber cuál será el próximo capítulo de este viaje. Un gran recordatorio de que el cine sí puede ser un evento.

"Avatar: El Camino del Agua" se estrena este jueves 15 de diciembre en los cines de Chile y Latinoamérica, con funciones de preestreno este miércoles.