[Reseña] Los Siete Pecados Capitales: Tan implacable como lo fue hace 30 años
Todo comenzó acá, cuando nos preguntamos con horror qué había en la caja.
Al volver a enfrentarnos con SE7EN: Los Siete Pecados Capitales en la gran pantalla, lo primero que escuchamos es la ciudad. Este gran personaje adquiere una presencia mayúscula con respecto a lo presentado hace tres décadas, cuando David Fincher hizo escuela con un sombrío neo-noir que era todo menos convencional.
El veterano detective William Somerset (un Morgan Freeman más grande que la vida) inicia su rutina diaria, mientras los sonidos de la ciudad van en aumento. Al terminar la jornada, no puede conciliar el sueño si no utiliza un metrónomo. Es una ciudad que no perdona, es el caos diario de un mundo que Fincher entiende muy bien y plasma de forma monstruosa en esta obra, con una remasterización impecable que debe ser vivida en cines.
SuperGeek vivió el reestreno de SE7EN -título estilizado de Seven- en Cinemark para su estreno, encontrándose también para su exhibición en salas IMAX, siendo una experiencia que, por lo menos, deben vivir una vez en la vida. Han pasado 30 años y sigue siendo una película fascinante, con un final conocido por muchos y, aún así, te vuelve a golpear de forma implacable. Tal como nuestros protagonistas, nadie sale incólume al comenzar los créditos.
Tras su terrible experiencia dirigiendo Alien 3, que fue un fracaso en cines, Fincher dejó atrás la categorización de "director de videoclips" al hacer callar a todos con su segunda película, una en la que presentó todos los elementos que terminaron siendo un sello de su cine, desde la sombría atmósfera a los personajes de ambigua moral.
Ahí estuvo Freeman como el desencantado detective a punto de retirarse que, en su última semana de trabajo, debe trabajar junto a un joven detective, el impulsivo e idealista David Mills de Brad Pitt, para investigar una serie de brutales homicidios que se inspiran en los siete pecados capitales.
Eso resulta una excusa para explorar la oscuridad que habita en todos nosotros, donde no hay realmente buenos. Todos somos corrompibles en este mundo ruidoso, lluvioso y caótico, en la que un hombre puede provocar el mayor de los males y nunca dejar de ser humano. No hay explicaciones sobrenaturales, solo maldad y muy humana.
Las tremendas melodías de Howard Shore reciben el mejor tratamiento posible en esta remasterización, peleando con los sonidos de la ciudad y la inclemente lluvia, alcanzando niveles de maestría durante la secuencia de la persecución tras la llegada al departamento 604 y en su desgarrador final.
Tan cruel como hace tres décadas, aquel desenlace despliega toda la visión de este mundo sombrío que Fincher expuso a partir del guion de Andrew Kevin Walker. No hay finales felices y no hay nada más aterrador que entender eso, con un mal terrenal que cala hasta los huesos.
Con todos los clones e imitadores que vinieron después, SE7EN sigue demostrando por qué hizo escuela al romper los códigos del thriller policial y, de paso, puso en el mapa a un David Fincher que nos entregó enormes obras.
Todo comenzó acá, cuando nos preguntamos con horror qué había en la caja.
SE7EN: Los Siete Pecados Capitales ya se encuentra en cines chilenos, incluyendo funciones en salas IMAX.