[Reseña] The Marvels: Una bienvenida sorpresa elevada por sus tres heroínas
Iman Vellani es el corazón de una película que agradece su corta duración, aunque todo pase a segundo plano con su gran sorpresa.
Las altas expectativas muchas veces juegan totalmente en contra al encontrarse finalmente con algún título muy esperado, por lo que bajar aquellas perspectivas ayuda a toparse con bienvenidas sorpresas, como sucede con The Marvels.
La entrega número 33 del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés) no llega a reinventar la rueda, pero logra presentarse como un entretenido capítulo dentro de este gran universo al sostenerse en tres protagonistas que funcionan muy bien cada vez que comparten pantalla. Es una historia de las hermanas que se forman en el camino.
Carol Danvers (Brie Larson) sigue siendo la hija pródiga de la Vía Láctea protegiendo distintos mundos. Aún distanciada de la Tierra, no pierde contacto con Nick Fury (Samuel L. Jackson, siempre cumplidor), quien lidera el proyecto S.A.B.E.R., el sistema de defensa aeroespacial de este universo.
La Capitana Marvel aún sigue tratando de llenar los vacíos de su memoria que le fueron arrebatadas por la Inteligencia Suprema del Imperio Kree, mientras hace frente a las distintas amenazas que se presentan en la galaxia. Es una heroína solitaria, manteniendo distancia de los demás, teniendo como única compañía al flerken Goose.
Al mismo tiempo en que una anomalía se registra en el espacio, su camino volverá a cruzarse con la ahora capitana Monica Rambeau (Teyonah Parris) al vincularse sus poderes de luz. Y eso también involucra a la super fanática oriunda de Jersey, Kamala Khan (Iman Vellani), quien ve cumplido su sueño de conocer a la heroína que la inspiró. Cambiando de lugar cada vez que utilizan sus poderes al mismo tiempo, se ven obligadas a formar equipo para hacer frente a una amenaza representada en Dar-Benn, la revolucionaria Kree interpretada por Zawe Ashton.
Su corta duración permite que todo fluya sin momentos tediosos y cuente su historia sin complicarse demasiado, pero también juega en contra al no decidirse en el tono, pasando del dramatismo a la comedia, de la tragedia a la intimidad de forma dispar.
Al mismo tiempo, The Marvels tiene que hacer frente al hecho de que debe funcionar tanto como una secuela de Capitana Marvel y como continuidad de, al menos, dos series del MCU, WandaVision y Ms. Marvel, siendo un ejercicio de ensayo y error al tratar de unir y dar cierre a todas esas líneas argumentales en una sola película. De ahí el constante cambio de tono del largometraje.
Con todo ello, la directora Nia DaCosta (Candyman, Little Woods) entiende que la fuerza de su película está en sus tres protagonistas y es ahí donde todo brilla. Cada vez que Larson, Parris y Vellani comparten escena, la pantalla se ilumina con su química y encanto.
La dinámica de hermanas entre las tres es sumamente acertada, siendo todas muy distintas, pero funcionando muy bien cuando están reunidas. Cada una entrega algo que necesita la otra, formando una familia a la que le viene muy bien el nombre de The Marvels. Larson traspasa muy bien el peso que siente Danvers al sostener a todo el universo sobre su hombro, con su personaje intentando distanciarse de los demás para evitar hacer frente al pasado, mientras Parris se presenta como la hermana de al medio que siente el abandono de su "hermana mayor" y el impacto de las promesas incumplidas. Rambeau puede ser una capitana y astronauta, pero aún es esa niña que no pudo despedirse de su madre y cuya "tía" la dejó atrás.
Es ahí donde entra el corazón de esta película. Vellani como Kamala es el faro que necesitaban Carol y Monica, jamás perdiendo su fe en la gente y su familia, la de sangre y la que se hizo en el camino. Su mirada de admiración pasa al respeto y a la conexión, siendo ella quien logra mantener la moral alta aún en el peor momento. Además, ver a Kamala actuando como cualquier fan al encontrarse con sus heroínas, es un goce.
Vellani da cuenta de una gran presencia y un carisma que conquista rápidamente, asegurando un brillante futuro tanto dentro de este universo como fuera de él.
En el aspecto negativo entra, nuevamente en el MCU, el villano de turno, con Dar-Benn siendo uno de los aspectos más débiles de la película hasta el punto de olvidar rápidamente sus motivaciones y presencia una vez que termina el metraje. Zawe Ashton busca dar intensidad y presencia a su revolucionaria Kree, pero la falta de pulido del guion firmado por DaCosta junto a Megan McDonnell y Elissa Karasik terminan hundiendo al personaje en el olvido. Aunque también podemos apuntar al involucramiento de Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, para que todo se sienta igual dentro de la fórmula, donde solemos tener un tercer acto más débil. Y esa fórmula es la que está costando caro ahora frente a las audiencias que ya no responden con el mismo optimismo ante cualquier producción de Marvel.
Pese a ello, algunas secuencias lograr elevar el conjunto, incluyendo un inesperado momento musical que debe ser de lo mejor de la película y que involucra al reino del Príncipe Yan, con un cumplidor Park Seo-joon, y una hilarante secuencia el último tramo relacionada con Goose que da cuenta de muy buenas ideas dentro de todo. Las peleas que involucran los cambios entre las heroínas también funcionan de excelente forma, con un ritmo perfecto, pero no logran ser aprovechados al máximo pese a ser parte de la premisa central de esta película.
El mayor punto en contra de esta película es que todo termina pasando a segundo plano con su gran sorpresa, haciendo que se sienta como una excusa para justificar lo sucedido en aquella importante escena de la que pronto estarán hablando todos.
Pese a esto, la fortaleza de The Marvels recae en sus protagonistas. Más alto, más lejos, más rápido. Y juntas, ahí es cuando todo funciona.
The Marvels se estrenó este jueves en los cines de Chile y Latinoamérica.